Blog de reflexión y propuestas documentales sobre psicología, educación, desarrollo personal y social y salud mental.
Especialmente referenciado para el trabajo con alumnado universitario en los ámbitos educativos.
Por José Antonio Luengo
Guía para el análisis y la reflexión de los alumnos
(Material
para uso didáctico del tutor)
Propuesta para la reflexión de los alumnos en
situaciones de conflicto por posible ciberacoso
José Antonio Luengo
(Publicado en Guía de Ciberbullying. Defensor del
Menor, 2011)
La presente guía de auto-reflexión se propone
como un documento de base que permitiría al profesorado testar con sus alumnos
las posibles dudas que ellos mismos pudieran tener sobre si determinadas
situaciones deben o no ser consideradas como ciberacoso, así como las
hipotéticas acciones a desarrollar; se introduce, también, como instrumento
didáctico a desarrollar y personalizar en cada centro con las
aportaciones que los propios alumnos (en actividades didácticas de prevención y
sensibilización) puedan plantear en la secuencia de autoanálisis sugerida. Se
entiende como un material a trabajar siempre con la supervisión de un adulto.
- La edad de los alumnos, así como su madurez, pueden
considerarse un factor básico para determinar los pasos a dar por una posible
víctima de ciberacoso cuando tiene por primera vez conocimiento de una
situación que puede encajar en el fenómeno de referencia.
- Sin embargo, puede ser necesario establecer algún
criterio para determinar cuándo es necesario informar a los adultos a la
primera señal de una posible agresión y si puede entenderse que exista la
posibilidad de actuar personalmente o con la ayuda de algún compañero para
intentar detener los que nos afectan.
- Por
ejemplo,la
normativa sobre consentimiento para el tratamiento de datos de carácter
personal de menores de edad define la posibilidad de que éstos puedan consentir
dicho tratamiento a partir de los 14 años. Esta circunstancia les habilita a
crear un perfil en una red social (y las acciones que de ello se derivan) sin
el consentimiento expreso de los padres.
REAL
DECRETO 1720/2007, de 21 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de
desarrollo de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de protección de
datos de carácter personal.
Aborda en
su artículo 13 el consentimiento para el tratamiento de datos de menores de
edad.
1. Podrá
procederse al tratamiento de los datos de los mayores de catorce años con su
consentimiento, salvo en aquellos casos en los que la Ley exija para su
prestación la asistencia de los titulares de la patria potestad o tutela. En
el caso de los menores de catorce años se requerirá el consentimiento de los
padres o tutores.
- Podría utilizarse este
parámetro citado como referencia para definir modos de actuar diferentes en
función de la edad ante una supuesta situación de ciberacoso.
- Como propuesta a trabajar
con los alumnos (extremando la prudencia), podría plantearse la siguiente
secuencia de revisión de hipotéticas situaciones y toma de decisiones para
adolescentes con edad superior a 14 años.
1. Cuando
te enteres de que algún compañero puede estar haciendo cosas que te resultan
ofensivas o desagradables utilizando para ello algún dispositivo tecnológico;
por ejemplo,
a.Si alguien ha grabado y colgado imágenes tuyas
sin tu consentimiento en una red social o en una página web de videos…
b.Si
observas que han retocado ofensivamente una foto tuya o que está etiquetada
de manera insultante…
c.Si has
recibido mensajes de texto o se te insulta o veja en algún blog, foro o chat…
d.Si han suplantado tu identidad en la red social
o mensajería instantánea y te utilizan para mandar mensajes a otras personas…
2. Analiza y valora lo sucedido y piensa cómo te
afecta en lo personal y social. A veces, se trata de bromas que no siguen en
el tiempo o que consideras, incluso, que no son importantes. Si consideras
que, por el momento, no sabes muy bien qué pasa y quieres enterarte bien
antes de decidir qué hacer, reúne información (paso 4.).
3. No obstante, incluso aunque no dispongas de
muchos datos, si lo que vives te sorprende y te sientes ofendido y sin
posibilidad de respuesta, cuéntalo inmediatamente a tus padres y/o
profesores. Puede ocurrir que algún compañero te cuente lo que está pasando o
que tú mismo lo hayas detectado pero que no dispongas de posibilidades de
saber quién ha provocado la situación; puede que sepas quién te ha ofendido,
pero no te atreves a decirle nada. En otras ocasiones te enteras tarde,
cuando ya lleva tiempo diciéndose algo insultante de ti o utilizándose alguna
imagen tuya sin consentimiento y de modo inadecuado, y no sabes cómo
proceder… Si te sientes inseguro y dolido, informa de lo que conoces aunque
no tengas demasiada información.
4. Reúne información (y no te deshagas de ella) sobre
lo que consideras que, en principio, puede ser algo ofensivo hacia ti
mediante el uso de medios tecnológicos, cuáles han sido éstos y reflexiona
sobre cómo te sientes. Puedes hablar con algún compañero con el que tengas
confianza. Pregúntate por:
a.Qué
b.Cómo ha ocurrido:
procedimiento que se ha utilizado y difusión.
c.Cuándo ha ocurrido:
el comienzo.
d.Cuánto: durante
cuánto tiempo lleva produciéndose la situación.
e.Quién o quiénes han
desarrollado la acción y quiénes la conocen. ¿Es o son conocidos los autores?
f.Por qué: ¿existe
alguna causa que creas que ha podido originar la situación?
g.Para qué: ¿qué crees
que pretenden los autores de lo que ha pasado?
5. Escribe en un cuaderno todas aquellas cosas que
has ido averiguando.
6. Escribe también cómo querrías que se solucionase
o terminase la situación.
7. Si una vez analizada la situación sigues teniendo
dudas y no tienes quién te pueda ayudar a desvelarlas o si consideras que lo
que está ocurriendo es grave y no puedes ni asumirlo ni controlarlo, habla
inmediatamente con tus padres.
8. Si crees que, por la escasa gravedad de la
situación, por sus características, o incluso, por quién puede estar
ofendiéndote (procura consultar con alguien de tu confianza) puedes afrontar
los hechos y actuar para que se detengan inmediatamente, valora la
posibilidad de hablar o tomar contacto con el compañero o compañeros
causantes de la situación que te está afectando.
9. En el caso de que la respuesta a tu intervención
haya sido positiva y notes que se te ha entendido y se comprende tu queja,
asegúrate que los hechos que te han afectado dejan realmente de producirse y
de que no quedan rastros significativos de los mismos. Exige que esto sea
siempre así. Puedes buscar la ayuda de algún compañero en este proceso. Si es
posible esta opción y la has llevado a cabo, describe emn tu cuaderno qué ha
pasado y cómo te ha respondido.
10. Si esta intervención no ha tenido éxito o tienes
serias dudas sobre lo que puede pasar a partir de ese momento, pon en
conocimiento de tus padres y/o profesores la situación en cuanto puedas.
Pedir ayuda no es de cobardes. Todo
lo contrario
IMPORTANTE
Un alumno
menor de 14 años SIEMPRE debería disponer de referencias claras para poner en
conocimiento de sus padres o profesores cualquier situación que entienda lesiva
para su intimidad, dignidad, su honor o su propia imagen.
En función
de otros factores, tales como el tipo de comportamiento detectado, la
permanencia y duración del mismo, su gravedad e impacto, incluso su causa,
adolescentes menores de esta edad podrían asimismo guiarse por los pasos
citados, si bien, en principio, parece aconsejable que aquéllos informen a sus
adultos próximos de la situación
No debe
descartarse la posibilidad de favorecer la organización de módulos de trabajo
con padres en los contenidos abordados y expuestos en las referidas actividades
didácticas para alumnos. Las experiencias de información y formación para
adultos, de padres y profesores conjuntamente suelen dibujar excelentes
resultados si están adecuadamente diseñadas y planificadas. Insistimos en que
la Comisión de Convivencia tiene un papel de notable relevancia en este ámbito.
Suele hacernos sentir raros.
El otoño nos llega y, a veces, según el donde amanezcamos cada día, se nos va
en un suspiro. Se nos escapa veloz, casi
altanero, dejando a su paso sus suaves tintes de vida, su sol, su calor
peculiar, caprichos y huidizo.
Podemos verle, sentirle, cuando lo disfrutamos.
Sin alardes. Amanece y da. Da luz, suavidad, colores. Nos apremia, también, a
mirar el día, casi nuestra vida, de otra manera. La luz es otra luz, el sol es
otro sol. Las nubes son otras, otra la lluvia, otro el paisaje. Incita, en su
caminar, insisto, en ocasiones muy corto, desgraciadamente, a estar de otra
manera. Con las cosas, con la gente, con nosotros mismos. Azuza, casi nos
insta, a mirar más el cielo, más los árboles. Más, incluso, la propia luz del
día. Mira!, nos dice, mira!, insiste, no te lo pierdas, corre, ve a buscarla! La luz existe, es esta, no es
otra! No pienses en el verano, nunca en el aplastante verano. La luz es ésta,
no es otra! No hay otra!
El otoño y su equilibrio.
¿Desconocemos, acaso, que día y noche viven a la par? ¿Que comparten el día
hermanados, proporcionados? Día y noche sin distancias. Semejantes. En
relevancia, en sabor y olor, en vida y sueño, en luz y oscuridad. No hay
distancias… Es el otoño, nuestro otoño. El otoño esperado, mirado casi con
lupa, apreciado, abrazado. Los paseos se hacen más paseos en otoño. Es la
estación de los paseos. La hojas, arriba aún, en las copas, o abajo ya en el
suelo, a nuestros pies, nos hablan, nos miran cariñosas. Es el paseo por
excelencia, el del otoño. Con su cielo, con sus árboles, cambiantes algunos,
los que cambian el armario, los que se desnudan para nacer más fuertes, los que
dejan caer sus flores para descansar
y renacer, voluptuosos cual ave fénix. Encendidos de rabia, por crecer, por
estar por enseñarnos su vida, su fuerza, su potencia, vigor y coraje. Se
esconden, adormilados, para insistir en la vida. Porque eso es lo que hacen los
árboles en otoño, insistir en la vida. Sentir la vida, pasar página para
renacer, para abrirse, crecer, casi volar.
Y, mientras, mientras descansan y
piensan, en su vida, en sus cosas, que también las tienen, los árboles, esos
árboles nos dan su imagen. Sus hojas cayendo, sus colores, sus ocres, rojizos,
naranjas o amarillos. Su paz, su mundo interior. Hayas, robles, chopos… Nos
miran tranquilos, dejándose llevar, en un
sueño reparador, iluminado y potente. Introspectivo. Las hadas,
acompañan su mágico descanso. Cantan su nana
e inspiran, felices, porque están donde quieren estar. Convencidas de su
destino, las hadas cuidan, cuidan del otoño, y de sus cosas. De sus
chaparrones, de su incandescencia, de su sosegado y paradójico vivir.
Desprenderse para renacer. Las hadas, en su cantar, cuidan del descanso. Y
nos miran también, impacientes de que
comprendamos la lección. Por fin.
El otoño es el momento para
pensar, recogerse, abandonar la abundancia perecedera, la luz cegadora, que no
cesa, que te ciega, que te embelesa… Con su insistente desequilibrio. Poca
noche, mucho día. Calor y calor. Miedo a mirar el sol. Miedo a situarse ante su
incandescente mirada. El otoño nos transporta, en su sueño feérico, al país de la mirada interior, del camino interior, de la
mirada propia, de la introspección. Te llama desde su silencio, desde su amable
y cuidadoso tiempo, desde su mesura y equilibrio, desde su discreción. No
chilla, no grita, no hace aspavientos. Desecha, tranquilo el histrión del
verano… la exuberancia barroca de su tránsito… Sensible siempre a la vida, el
otoño cuida la sensibilidad y la belleza. No se exalta, con corre,
desvencijado, no insulta, no juzga, nunca juzga. Apaga la luz, suavemente, con
un beso en la mejilla, en la frente, como se despide el día de tu hijo, con amor
y delicadeza, con amor para siempre.
Ese es el otoño. Atenúa la luz… porque
busca, anhela, porque quiere pensar. Y precisa el espacio, el clima, la luminosidad adecuadas. Y no distraerse. Las hojas, sus hojas, las hojas
de sus árboles, nos indican el camino. Desprenderse. De lo banal, de lo
superfluo. De aquello que nos cubrió y dio visibilidad, explícito, pero que
deja, o mejor, dará paso a algo mejor. Más fresco. Siempre algo mejor.
Pasear en otoño no es solo
pasear. Es transitar en otro espacio. Con la mente dispuesta, convencida, desprendida. Como las hojas. Es flotar. En el espacio infinito de la belleza. Aquélla que vive,
siempre, en nuestro interior. Y que lucha por brotar, abrirse a la vida,
hacernos volar. Como las hadas. Más nos valdría aprender del
otoño, de sus árboles, de su luz, de sus hojas, de su lluvia, de su
introspección, de su deseo por renacer, más tarde, más tarde… Mejor.
MENORES E INTIMIDAD EN LA RED: CUANDO LOS DEMÁS SON OBJETOS
José Antonio
Luengo Latorre
Publicado en "MENORES Y NUEVAS TECONOLOGÍAS", Ed. Técnos y Universidad Pontificia de Comillas. Madrid, 2012. Págs. 167-207.
Una chica cuelga su foto, inocente,
en su muro de una red social. Algo normal. Suele hacerse. Al cabo de unos días
empieza a notar que algunas personas, en principio extrañas, la miran con
interés, como si la
conocieran. Algunas de ellas, incluso, le dicen algo con
respecto a una foto suya a la que han podido acceder. Son palabras insinuantes.
Algunas preocupantes. Como preocupante es convertirse en foco de atención sin
quererlo. La cosa no queda ahí. En el propio Instituto alguien ha hecho copias
en papel de la foto que, sin demasiadas reservas, está alojada en una red
social. Todos la miran, la señalan, es el punto de referencia… ¿Pero referencia
de qué?
El Defensor del Menor ha desarrollado una campaña en 2009 sobre los
riesgos de colgar imágenes en
Internet sin la suficiente reflexión de lo que se hace. La campaña ha girado en
torno a un spot televisivo cuyo lema, “en
la Web, tu imagen es de todo el mundo”, describe de modo explícito la
facilidad con que puede verse afectado nuestro derecho a la intimidad cuando
situamos en el espacio virtual nuestra imagen, más o menos controvertida,
nuestros datos y referencias personales[1]… O
cuando son allí ubicadas por terceros. O simplemente utilizadas por éstos últimos. Al final, mi imagen, mis referencias,
tratadas como una cosa, como un objeto. Manejable, manipulable, utilizable por
quién sabe quién. Son muchos los escenarios que podemos intuir al respecto de
lo citado. Se conocen, se van dando a conocer. Son descubiertos, detectados.
Una imagen vale más que mil palabras, reza el dicho. A veces, esta
expresión se queda corta. Muy corta. No somos objetos. Las personas no somos
objetos. Hay cosas que hablan de nosotros, que nos definen o representan. Cosas
que muestran nuestra identidad, nos hacen visibles, tangibles, interpretables.
Pero son cosas nuestras. De nadie más. Hasta que dejan de ser nuestras y
nuestra vida pasa a ser de común observación
o lectura.
Tratar a los demás como meros objetos. Como si las cosas no fueran con
ellos. Como si nada pasara. Sin pensar en las consecuencias. Incluso cuando no
subyace mala fe ni escabrosas intenciones. Incluso cuando lo que pretendemos
es, simple y llanamente, divertirnos un poco. Esto siempre ha pasado, se dice.
Siempre hemos utilizado a alguien para provocar risas, dar a conocer
debilidades, ridiculizar. Contar cosas íntimas de alguien o inventar hechos o
vivencias indeseables de algún compañero. Colgar un cartel ofensivo en el
tablón de anuncios del colegio haciéndonos pasar por otro o garabatear líneas o
dibujos ofensivos en la foto de una
compañera que ha llegado a nuestras manos después de que alguien la haya
sustraído de su carpeta del instituto… y pincharla en el corcho de la clase…
Insisto, ridiculizar, sin más. El corro de compañeros ríe, se carcajea. Se
muestra ufano, arrogante. Chulea de
su atrevimiento, presume de su gracia, de su inacabable imaginación. Y pobre de
aquel que no se mofe si se encuentra cerca de los depravados listillos.
La infancia y la adolescencia son etapas en las que aprendemos poco a
poco a conocer la esencia de términos como el respeto, la dignidad, la empatía,
la comprensión, y, por qué no, la compasión. En el camino, en este complejo
tránsito de aprendizaje social y ciudadano, no es infrecuente equivocarse,
dejarse llevar por la presión del grupo o por las propias inclinaciones. El
objetivo, jugar simplemente, entretenerse,
trastear, o, a veces, herir. Los medios, el cómo, utilizar a otro como un objeto, servirse de él, de su
aspecto, características, defectos y, a veces, virtudes. Atacar las virtudes… Te gusta estudiar y casi no lo puedes decir
porque te conviertes en objeto de risas y bromas. Lo que mola es mofarse del
instituto, de los estudios, e, incluso, de algunos profesores (…/…) Te dolió
mucho hace unos días que se riera de ti tu admirada Carla. Te tiene enamorado
desde hace mucho tiempo. En un corrillo alguien te lanzó una puya. Y ella lo
celebró con una carcajada que te heló la sangre. Te sentiste ridículo, te compadeciste de
ti mismo”.[2]
El otro como un objeto. El
resultado, para qué, la risa fácil,
el cachondeo, pasar el rato. Sin meditar las consecuencias. Sin mediar la más
mínima reflexión de lo que puede pasar por la mente y el corazón de aquel
objeto de la burla, de la chanza, del engaño. Normalmente compañeros, iguales,
a veces incluso amigos. Mucho se ha hablado ya del maltrato entre iguales, del
acoso al que se somete a compañeros de clase o vecinos por parte de chicos o
chicas del entorno, conocidos casi siempre. Este fenómeno, una experiencia
dolorosa donde las haya para quien las sufre, supone ordinariamente una afrenta
grave a la personalidad, un deleznable escenario en el que sojuzgar, dominar y
hundir se convierten en las acciones básicas de una terrible experiencia de
relación. Cada ocasión en que se maltrata a un compañero, se le veja, insulta,
amenaza o excluye se produce un incuestionable ataque a su dignidad personal y,
en no pocas veces, atentando de manera flagrante contra su intimidad, su honor
o su imagen. Todo ello entendiendo estos conceptos en su acepción más amplia,
trascendiendo incluso el amparo
establecido y reflejado en el artículo 18 de nuestra Constitución o las
referencias conceptuales y prácticas ligadas a lo ordenado jurídicamente en nuestro
ordenamiento jurídico[3], como
por ejemplo la Ley Orgánica
1/82 de Protección Civil del Derecho al
Honor, a la
Intimidad Personal y Familiar y a la Propia Imageno la Ley 1/1996 de Protección Jurídica del
Menor en su artículo 4.
La dignidad, en el fondo (y en
la superficie) claramente vapuleada. La autoestima, como resultado, bajo
mínimos. Las perspectivas de crecimiento y desarrollo junto a los demás, con los demás, echadas a perder. Perdidas las
ganas, la ilusión por estar y ser con
los demás. La soledad como referencia. El silencio como compañía. ¿Para qué
luchar? Hay mucho detrás de todas estas palabras. Mucho dolor, sufrimiento y desánimo.
Ser tratado como un objeto. Mi corazón, mi alma, mi honor, mi imagen, mi
dignidad en las manos, sucias, de algunos. Sí, solo de algunos, pero de los que
pesan, mandan y son referentes de los demás. Sin miramientos ni control.
El modelo de los adultos: usos frecuentes (desgraciadamente)
Hablar de intimidad parece estar de
moda. El respeto a la intimidad de las personas y, en especial, de los
menores de edad, se ha convertido en un elemento de reflexión y debate público
en estos últimos años. La razón parece evidente. Nos movemos en un escenario de
comunicación en el que llegamos a todo, a casi cualquier cosa. Nos metemos en
las casas de la gente, les preguntamos por sus vidas, les vemos llorar, reír,
abrazarse, chillarse o acariciarse. O les llevamos a un plató de televisión. Y
allí, entre luces y sombras (más de estas que de las otras) les instamos a que
se abran. En canal. Que se desnuden
de alma entera. Que nos viertan sus miserias, sus más íntimas confesiones, sus
sueños y realidades, sus derrotas y pequeños éxitos[4]. Todo
a favor de un cuerpo conceptual de cuño preocupante: la audiencia. Es
verdad, no hay que dejar de decirlo. La mayor parte de estas ocasiones se
cuecen con el consentimiento absoluto de sus protagonistas. No sabemos muy bien
si realmente saben a qué se exponen, cuáles van a ser los impactos y
consecuencias resultantes de su exposición ante los ojos, mentes y corazones de
quienes, al otro lado de las pantallas, degluten toda suerte de imágenes,
comentarios y realidades de mil y un personajes. Consecuencias a corto, medio y
largo plazo. Que no se nos olvide. Pueden ser o no personajes públicos. Tanto
da. A veces no da lo mismo, es cierto. Siempre da más juego la vida de quien parece famoso, de quien lo es por derecho propio. Se lo suelen haber
ganado. A veces empezando desde la nada misteriosa.
Pero lo real y difícilmente
cuestionable es que penetramos con facilidad en el interior de muchas personas.
Lo quieran (en este caso hay consentimiento) o no lo quieran; en este supuesto
la controversia está servida. Y con razón. Los derechos al honor, a la
intimidad o a la propia imagen puestos en solfa. Uno de ellos, dos o, incluso
los tres cuestionados (tirados a la basura) en no pocas ocasiones. Sin más.
Porque sí. Porque interesa. Porque hay que hacerlo, vende o, simplemente, llama
la atención.
La acción de entrometerse es, sin
duda, una de las claves de la
cuestión. Es decir, meterse en donde no le llaman a uno,
inmiscuirse en lo que no le toca… Entrar donde uno no tiene por qué hacerlo.
Invadir la zona espiritual íntima de una persona… Estas son algunas de las
referencias explicativas de los conceptos aquí inicialmente apuntados. Entrar
en espacios que son de otro… con la excusa de informar, comunicar, o
entretener. No está bien. Nada bien.
Las reflexiones que siguen pretenden
partir de estas ideas iniciales, crecer al amparo de la observación de lo que
viene siendo una costumbre, un hábito, un uso exagerado de la denominada
libertad de expresión en unos casos, y, en otros, un absoluto ejercicio de
falta de respeto a todo: al otro, a las normas que nos amparan, que defienden
nuestra dignidad personal, aquéllas que invocan y apelan a una sociedad justa,
ética. El problema radica en el modelo, en lo que mostramos que se puede hacer,
en lo que decimos que, incluso, hay que hacer. Socialmente hablando, no es este
un momento, precisamente, en que dejemos constancia clara de lo que debe hacerse, de lo que es procedente,
éticamente correcto. Y no por falta de evidencias o ejemplos de buenas prácticas,
sino la notoriedad que alcanza la trasgresión, el todo vale. Como organización social trabajamos por mejorar cada
día, sin duda, deshacernos de nuestras miserias, encumbrar la lealtad, la
excelencia, la calidad humana, el respeto y afecto por los demás, por lo que
nos rodea. Pero entre líneas de nuestros intentos más fervorosos se cuela lo
indeseable. Aprovecha cualquier resquicio para armar lo ominoso, lo deleznable.
Invadir al otro, a los otros, ponerle
a los pies de los caballos, interferir en sus deseos, comportamientos y
vidas. Penetrar en su corazón… y mostrarlo sin pudor para que todos lo puedan
ver, su color, su cadencia, sus arritmias y, sobre todo, si es posible, sus soplos, sus imperfecciones. Las
tecnologías de la comunicación llegan ya a cualquier parte y todos, de una u
otra manera, podemos presenciar lo que alguien quiere mostrar sobre otro
alguien. Sin demasiados tapujos ni entretelas.
Del uso de las TIC
Los contenidos que a continuación se tratan pretenden ahondar en el
complejo comportamiento denominado
ciberbullying, situando esta suerte de experiencia relacional tan dañina en
un escenario más amplio, a saber, las conductas
de uso inadecuado de las tecnologías de la información por parte de niños,
adolescentes y jóvenes. Se trata de abordar lo que hay en la parte oscura
del escenario, lo que se está haciendo, de modo constante y permanente, sin la
oportuna información y conocimiento de los riesgos asumidos y, lo que es peor,
de los daños sobre terceros, ordinariamente iguales, compañeros de clase,
amigos y amigas del grupo, amigos de mis amigos… o amigos de los amigos de mis
amigos. Podríamos seguir. No es éste un texto, debe quedar suficientemente
claro, para definir, señalar y argumentar sobre las bondades del uso de las TIC, incontestables desde cualquier
perspectiva. El objetivo de las presentes reflexiones se sitúa en aclarar parte
de lo que supone no hacer bien las
cosas, poner negro sobre blanco algunas de las acciones que definen el
fenómeno, o mejor, los fenómenos más indeseables. Y para afrontar este asunto
es necesario explicar previamente dónde se sitúan los modelos que interiorizan
nuestros chicos y chicas, cuáles son las prácticas que observan y les permiten
interpretar la realidad, lo que se puede y
no se puede hacer.
En los últimos cinco años hemos presenciando un singular vuelco en la
configuración y tipología de invasión del
otro, de intromisión en su vida, independientemente de las intenciones, más
o menos alevosas, ligadas al hecho. El uso de las tecnologías de la información
ha permitido la gestación en nuestro país de un nuevo escenario de relaciones
interpersonales en el que las zonas más conflictivas de la relación física y tocable han encontrado vías de
desarrollo y crecimiento desconocidos hasta hace poco en nuestro entorno, sin
bien suficientemente identificados en otros lugares del mundo. Atrás parece
haber quedado el pinchar fotos o comentarios en los tablones de anuncio o
corchos de nuestro colegio o instituto. Existen otros espacios, escenarios globales.
La chincheta es la tecla. El
acto físico es parecido. Clic. Ya
está. Ya está en la red. Ya
es cosa de todos. De todos. Y por tiempo imperecedero. Allá va. Está hecho.
Allá va. Está hecho. Que Dios nos
pille confesados. El cyberbullying[5] desarrolla una vida propia, un escenario de
manifestaciones peculiares y exclusivas cuyas claves están descifrándose día a
día: características singulares de los acosadores, recorrido, impacto, difusión
y duración de la acción, repercusiones en las víctimas... En palabras de Arturo Canalda, Defensor del Menor en la Comunidad
de Madrid, con la herramienta virtual “desaparece la barrera de la mirada del
otro”. La sensación de impunidad se hace hueco con fuerza.
“Niños, adolescentes y jóvenes son la generación del ocio digital. Se
incorporan a sus claves y herramientas
con facilidad y presteza, resueltamente, sin miedos ni reticencias. Y los
adultos en general presenciamos semejante despliegue, un tanto sorprendidos
–tal vez al principio-, pero sobre todo un tanto indefensos ante las
dificultades para conocer y controlar los hipotéticos usos inadecuados de unos
contextos de interacción, de actividad lúdica y comunicación que, en no pocas
ocasiones, sentimos que nos sobrepasan. Sin embargo, esta inquietud ante lo
desconocido es relativamente reciente. El acceso de los menores a lo que en la
actualidad bautizamos como ocio digital, se ha ido produciendo sin pausa y a un
ritmo elevado. El manejo del aparataje de
las nuevas “televisiones” es singularmente dominado por los pequeños y medianos
de cada casa, incapaces de sentir miedo o aversión por los cables, los mandos o
los terminales y decodificadores; pero, asimismo, la cultura de los videojuegos
y el acceso a Internet se ha ido desarrollando sin solución de continuidad según
se han ido desplegando las novedades y alternativas puestas en marcha por
compañías o empresas de telefonía, proveedores de contenidos de Internet o,
entre otros, por emporios de la comunicación y televisión”.[6]
Hace ya cuatro años de la publicación del Estudio “Actitudes y Opiniones sobre la Infancia y la
Adolescencia”[7]
realizado por el CIS por encargo del Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid.
Según los datos reflejados en la investigación, en 2006 los menores empleaban
ya su tiempo libre fundamentalmente en usar el ordenador y navegar por Internet
(40,6%), en ver la televisión, jugar a videojuegos (35,9%), y hablar, jugar o
mandar mensajes con el móvil (25,1%). Y según las referencias del
estudio, se trataba de actividades que solían realizar solos y sin control de
adultos:
Referencia: Estudio “Actitudes y Opiniones
sobre la Infancia
y la Adolescencia”
Pregunta 14
¿Me podría decir en qué cosas cree Ud. que los
adolescentes emplean fundamentalmente el tiempo libre?
(Multirrespuesta: máximo dos respuestas)
En ver la televisión
37.9
En jugar a todo tipo de juegos en solitario
4.3
En jugar a videojuegos
35.9
En usar el ordenador e Internet
40.6
En estar con amigos
27.2
En leer
.8
En escuchar música
3.8
En hacer deporte
6.0
En hablar por el móvil, jugar con el móvil y enviar
mensajes por el móvil
25.1
En no hacer nada
5.4
En hacer deberes y estudiar
2.5
Otras respuestas (NO LEER)
1.8
(N)
(2977)
Pregunta 15
¿Podría decirme si está más bien de acuerdo o más
bien en desacuerdo con cada una de las siguientes frases?
1.Más bien de acuerdo
2.Más bien en desacuerdo
3.Ni de acuerdo ni en desacuerdo
1
2
3
N.S.
N.C.
Los menores que navegan por Internet lo suelen hacer
sin la ayuda o participación de sus padres
75.3
4.8
2.9
16.7
.4
Asimismo, según la Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de
Información y Comunicación en los Hogares realizada por el Instituto Nacional
de Estadística correspondiente al año 2008, la proporción de uso de
tecnologías de información por la población infantil (de 10 a 15 años) es, en general,
muy alta. Así, el uso de ordenador entre los menores es prácticamente universal
(94,1%) mientras que el 82,2% utiliza Internet. Por sexo, las diferencias
detectadas en años anteriores de uso de ordenador y de Internet entre niños y
niñas, a favor de estas últimas, prácticamente han desaparecido en 2008.En
cuanto a disposición de teléfono móvil, el grado de penetración de este aparato
entre la población infantil (65,8%) sigue siendo bastante inferior que en otros
grupos de mayor edad. Por sexo, sin embargo, siguen existiendo diferencias de
disponibilidad de móvil a favor de las niñas, aunque en 2008 se han reducido en
casi tres puntos. En fin, sin comentarios. Los datos son aplastantes.
La principal conclusión
del Estudio “La Juventud y las Redes Sociales en Internet[8],
presentado en septiembre de 2009 por la Fundación Pfizer
es que las redes sociales se encuentran totalmente incorporadas al día a día de
los adolescentes españoles, frente al elevado porcentaje de padres que
desconocen en su totalidad o han incorporado con más lentitud este tipo de
herramientas de información y comunicación. Según los datos del referido
estudio, el 92% de los jóvenes usa las redes sociales para charlar con sus
amigos prácticamente a diario. Sin embargo, solamente dos tercios de los padres
son conscientes de esta circunstancia.
El espacio básico de comunicación e interacción en el mundo de lo virtual
(parcela sustantiva en el mundo de nuestros adolescentes y jóvenes) son hoy las
redes sociales. Su profunda penetración en la vida de adolescentes y jóvenes es
un hecho incontestable. Según datos del estudio del Foro de Generaciones
Interactivas, “La
generación interactiva en España. Niños y adolescentes ante las pantallas” realizado en 2009 por expertos de la Facultad de Comunicación de la
Universidad de Navarra, el 71% de los
adolescentes utiliza las redes sociales con un ligero predominio de las chicas
frente a los chicos. Por edad, a partir de los 14 años el uso de redes sociales
supera el 80% hasta alcanzar una cota máxima de uso del 85% a los 17 años. Los
resultados del estudio presentan también una generación de menores de 18 años
“autónoma y autodidacta, movilizada, multitarea, creativa y precoz en el uso de
las nuevas tecnologías, que aprovecha al máximo las pantallas para comunicarse,
conocer, compartir, divertirse y, en menor medida, para consumir”, según
afirman los autores. También destaca la investigación que casi el 40% de los
menores internautas posee página Web propia o ha generado alguna vez contenidos
en la Red.
El Estudio “La
Sociedad de la Información en España 2009”[9], destaca asimismo datos sumamente interesantes en lo relativo al uso de
las tecnologías de la información por
parte de los adolescentes y jóvenes españoles. A señalar dos ámbitos
singulares: el uso de las redes sociales y el desarrollo del teléfono móvil
como dispositivo de acceso a la
red. En cuanto a los primeros, destacar que el uso de las
redes sociales entre los jóvenes ha aumentado un 500%, lo que sitúa a España
como el segundo país de Europa por penetración con casi tres de cada cuatro internautas como usuarios de las redes,
así como el segundo con mayor número de usuarios, sólo por detrás de Brasil.
Por lo que respecta al uso de la telefonía móvil (dispositivo del que se han
vendido 4.600 millones de terminales en todo el mundo), destacar que el 24% de
los usuarios de telefonía móvil han visto algún canal de televisión a través de
dispositivos 3G, seis puntos por encima del dato del año pasado. Además, el 30%
de los móviles en España tienen capacidades 3G, 10 puntos por encima de otros
mercados como Francia y Alemania, convirtiéndose en el segundo punto de
conexión a la red, con un 57%.
Este panorama
determina claramente la consolidación del proceso de digitalización de la vida
en franjas de edad muy relevantes en nuestro país, en la que cerca del 94%, más
de 7 puntos porcentuales que el año pasado, utilizan la Red para enviar y
recibir correo electrónico y alrededor de un 85%, para compartir fotos y
vídeos. El consumo de contenidos y aplicaciones en el móvil también refuerza el
grado de asentamiento en la adopción de las nuevas tecnologías. Según los datos
aportados en la investigación, el 57% de los usuarios ha accedido en el último
año a la Red a través del teléfono móvil. Este tipo de acceso empieza a ser una
actividad de carácter diario para algunos usuarios; cerca del 17% consulta su
correo electrónico a través del móvil; más de un 13% lo utiliza para navegar
por la Red y alrededor del 10% para acceder a las redes sociales.
Del ciberbullying y otros fenómenos paralelos:
algunos datos y ejemplos del aquí y ahora de determinados usos
Y la realidad irrefutable e
¿incontrolable? Los senderos donde se desarrolla gran parte de la
comunicación producida entre nuestros adolescentes y jóvenes está caracterizada
por su halo virtual, por su trazado electrónico, tangible por sus resultados y
evidencias de éxito. La realidad es
incontestable. Dispositivos como el ordenador o el teléfono móvil se han
convertido en autopistas globalizadas, en segundos, en décimas de segundos,
invisibles al tacto material, a las posibilidades de control físico. Y esto
está bien. Muy bien[10]. Las
posibilidades al alcance de nuestros chavales son magníficas, espléndidas. El mundo al alcance de la mano.
Pero en este flujo y reflujo de interacciones,
comunicaciones, diálogos y contactos se
hace hueco sibilinamente, a veces a
codazos, el desvergonzado itinerario de tratar al otro como un objeto del que
reírse, al que humillar, al que vejar y arrinconar en el lodo. La idea no es muy distinta a la que permite germinar
experiencias humillantes en las aulas y los pasillos de los centros escolares.
El formato, las posibilidades ilimitadas del mismo, es el que dibuja un
incontrolable impacto. El uso de datos personales, el contacto con otras
personas y la edición de contenidos en el punto de mira. Es necesario pensar al
respecto, informar, sensibilizar y extremar las cautelas. No todo vale. No
puede valer cualquier cosa.
Datos y experiencias no
faltan para confirmar estas reflexiones. Empecemos, a modo de introducción, por
lo que nos muestra la investigación sobre el uso de los teléfonos móviles por nuestros chicos y chicas. En 2009, el
Defensor del Menor ha publicado el estudio “La telefonía móvil en la infancia y
la adolescencia: usos, influencias y responsabilidades”[11]. En
el conjunto de datos señalados en la investigación destaca la siguiente
afirmación: “Frente al 11% de menores encuestados que reconocen en primera
persona que les gusta bastante o mucho que sus «grabaciones con el móvil salgan
en Youtube o MySpace, el porcentaje se incrementa hasta llegar a 25,5% cuando se
refieren a una tercera persona, en este caso sus amigos, a los que aseguran les
gusta bastante o mucho que sus grabaciones se cuelguen en dichas páginas. El
10% de los menores declara que en alguna ocasión «he grabado peleas entre los
compañeros para compartir las imágenes con otros», frente al 27% que afirma que
en alguna ocasión «mis amigos/compañeros han grabado peleas entre los compañeros
para compartir las imágenes con otros”.
Y entre sus nutridas
conclusiones podemos también señalar lo siguiente: “No se debe olvidar que
existe un grupo de menores que utiliza el teléfono móvil como medio para gastar
bromas y hacer gamberradas, tanto entre los compañeros como con el profesorado.
Los datos reflejan, por ejemplo, que grabar peleas con el móvil aumenta diez
veces la probabilidad de que el profesor sea el objeto de una broma con el
móvil. El móvil se convierte así en una oportunidad más para la realización de
juegos, burlas y fanfarronadas adolescentes -más o menos inocentes, más o menos
graves-, y otras acciones de autoafirmación en el grupo. Ocurrencias como
llamar a los números de información, de urgencias, de taxis o de restaurantes,
sin otro objeto que la chanza y diversión posterior con los amigos comentando
la audacia del hecho, son, por lo visto, más frecuentes de lo esperado. Ponen a
prueba el arrojo, la valentía e, incluso, el liderazgo de quienes las realizan,
frente a los que después las ríen, apoyan, jalean, comentan y divulgan. Y las
nuevas prestaciones de los teléfonos móviles permiten que algunos de sus usos
creativo/expresivos (cámara y vídeo, fundamentalmente) lo faciliten.
El avance de la telefonía
móvil ha dado lugar a que este tipo de grabación -que vamos a denominar
video-testimonio (“yo estuve allí y lo vi, o lo protagonicé”)-, pueda ser
difundido a amplias audiencias de modo relativamente sencillo, a través de las
redes de sociabilidad juvenil, y de páginas especializadas en Internet (YouTube). Según las encuestas, una media
del 10% de los menores de la Comunidad de Madrid, graba peleas a través del
móvil, cuelga grabaciones en YouTube, desea grabar las gamberradas de otros y
conoce a alguien que utiliza el móvil para acosar a terceros. Así pues, el
interés adolescente en la difusión de los contenidos que graba con el teléfono
móvil reside, precisamente, en que este tipo de vídeo les permite experimentar
y sentirse como auténticos protagonistas mediáticos: como «reporteros»,
«testigos» o «intérpretes» reconocidos de su propia «película», frente a su
grupo de referencia. Quizás lo más relevante, y a la vez preocupante, sea la
normalidad, insensibilidad o tolerancia con que los adolescentes juzgan y
contemplan el visionado de este tipo de vídeo-testimonio, donde se muestran
escenas y situaciones repudiables desde un punto de vista ético, como abusos
con consecuencias graves -en términos de humillación, vergüenza, dolor o
sufrimiento- para las personas que las protagonizan. Con el agravante de que
son vídeos, en ocasiones, planificados, ampliamente difundidos y que, además de
ser compartidos, son considerados populares entre los menores.”
La utilización de los teléfonos
móviles, especialmente los de tercera generación, representan un ejemplo,
significativo cuantitativa y cualitativamente, pero solo un ejemplo de las
variantes que el uso de aquéllos puede concretar. Una variante de muy difícil
control por parte de los adultos, escasamente conocida, pero fácilmente transferida, cuando se tiene noticia de
hechos al respecto, a lo que seguramente ocurra en otras casas, nunca en la mía. Esto les pasa a otros. No a los míos. Hasta que pasa, y
alguien te cuenta que el ordenador de tu casa se ha convertido en un tablón de
anuncios virtual en el se cuelga de todo y de todos los gustos.
En los primeros días de
diciembre de 2009 se daba la noticia de que los juzgados de Santander habían
condenado a un año de cárcel a un chico que colgó 14 fotos de su ex-novia desnuda en la red social Tuenti.[12] El
problema de fondo, decía la noticia, es que menores de edad, en su mayoría
adolescentes, crean y difunden imágenes de alto contenido sexual de sí mismos o
de terceros por medio de su teléfono móvil.
Cuando esas imágenes salen del contexto privado y llegan a ser de dominio público o incluso aparecen
colgadas en Internet, el daño es
irreparable. La intimidad de la persona que protagoniza las fotografías
o vídeos se ve seriamente afectada y, con ello, suelen llegar otras cuestiones
como el linchamiento social del entorno próximo en forma de ciberbullying.
Por otro lado, estos acontecimientos tienen no poca trascendencia legal, puesto
que son imputables como delitos relacionados con la pornografía infantil ya que, al fin y al cabo, se trata de un
menor de edad en situación pornográfica[13].
A lo largo de
estos últimos meses han proliferado las noticias sobre este fenómeno, que ha
sido bautizado con la denominación de sexting. En marzo de 2009 la prensa
daba cuenta de la siguiente información[14]:
“Los jóvenes estadounidenses han encontrado una nueva manera de
"divertirse": fotografiarse desnudos con el móvil y enviar mensajes con
las imágenes, una tendencia conocida como "sexting"
que cada vez preocupa más a los padres. Éste es el nombre del último fenómeno que
mezcla dos factores explosivos: adolescentes y nuevas tecnologías, y
que ha puesto de relieve una importante cuestión legal: ¿Se trata de una simple
travesura, o es más bien de pornografía infantil? Los jóvenes se fotografían
parcial o completamente desnudos y reenvían las fotos a sus amigos más cercanos.
El problema viene cuando excede esos límites y la broma se convierte en
humillación. En la mayoría de los casos esta acción no tiene una motivación
fundada, sino que simplemente lo hacen "por diversión" o para "ligar"
con otros adolescentes. Pero la broma puede salir cara. El fenómeno es tan
nuevo que existen incluso lagunas legales. Uno de los problemas al que se
enfrentan las autoridades en determinar quién es el responsable cuando el
envío del mensaje o la foto en cuestión se hace sin consentimiento del
afectado.”
Se trata de un fenómeno mucho más extendido de lo que suponemos. Su
inmersión en nuestro entorno en también una realidad. El sexting
es un juego de palabras que conjuga “sex”
con “texting” (escribir mensajes de
texto) y que se refiere a las fotografías de desnudos o semidesnudos enviadas a
teléfonos móviles o publicadas en Internet. Una encuesta realizada en el pasado
otoño en los Estados Unidos halló que el 20 por ciento de los adolescentes habían
enviado con su teléfono móvil o publicado en Internet fotos suyas semidesnudos,
y que el 39 por ciento había enviado o publicado mensajes con connotaciones
sexuales[15].
Las redes sociales se convierten asimismo en
escenarios globales donde se vierten y cobran protagonismo gran parte de los
comportamientos que vulneran más o menos gravemente el derecho al honor, la
intimidad y la propia imagen de nuestros chicos, adolescentes y jóvenes.El Día Internacional de la Internet Segura 2009 tuvo como objetivo específico
sensibilizar a padres, educadores y menores sobre la existencia de riesgos en
la Red y promover un uso responsable y seguro de las nuevas tecnologías. En
esta ocasión, el tema central de la jornada es la prevención del "ciberbullying" o acoso escolaren Internet. Este fenómeno supuso en 2008 el 20% de los casos de acoso a
menores atendidos por la
ONG Protégeles, según se desprende de un estudio publicado por
esta organización con motivo del Día Internacional. Según los datos de esta
investigación, el 52% de los acosados tenía entre 13 y 14 años y el 10%, menos
de diez años. En la mayoría de los casos conocidos los acosadores son chicas,
el 19% frente a un 10% de chicos. En todo caso, también son las chicas, en el
60% de los casos, las que sufren acoso. El "ciberbullying" se lleva a
cabo a través de foros, redes sociales y del messenger en el 45% de las ocasiones;
a través del correo electrónico, en el 12%, y por el móvil en el 19% de los
casos. Hay incluso menores que sufren acoso por varios de estos medios. Este
tipo de violencia tiene sobre todo consecuencias emocionales (51% de los
casos), pero también físicas (13%). Los menores que sufren "ciberbullying" bajan además su rendimiento escolar
(13%), se aíslan socialmente (6%) y faltan a clase por miedo (3%). El estudio
añade que en casi la mitad de los casos atendidos el acoso se produce casi a
diario y en el 80% los padres terminan siendo conocedores de la situación.
En este contexto, las grandes redes
sociales de Internet firmaron un acuerdo de ámbito europeo para reforzar la
protección de los menores cuando acceden a estos sitios. Los firmantes fueron
Dailymotion, Facebook, Google/YouTube, Microsoft Europa, MySpace, Yahoo! Europa,
Netlog, Arto, Bebo, Giovani.it, Hyves, Nasza-klaza.pl, Skyrock, StudiVZ, Habbo
Hotel y zap.lu. En concreto, se comprometieron a impedir el uso de sus servicios
por parte de los más pequeños y a hacer claramente visibles las opciones de
elegir entre diferentes grados de protección de la intimidad en cuanto a los
accesos a los perfiles. Las redes
sociales cuentan con más de 41,7 millones de usuarios en Europa, con un
promedio de permanencia media de tres horas al mes. Se espera que el número de
usuarios crezca hasta los 107,4 millones en 2012, según datos de la Comisión Europea.
En España, Madrid y Andalucía son las comunidades que cuentan
con un mayor número de usuarios de redes sociales, especialmente en Tuenti que,
junto con MySpace y Facebook, son las tres principales por volumen de usuarios
en nuestro país. Por su parte, la
Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información
ha publicado un decálogo audiovisual que asesorará a los más jóvenes en el uso
de las redes sociales, a través de la Web www.chaval.es.
En 2010, el DIA INTERNACIONAL DE
LA INTERNET SEGURA[16] , promovido
por la Comisión
Europea y organizado por INSAFE, la Red Europea por una
Internet Segura y en España por la Asociación PROTEGELES
como centro de sensibilización español, se ha dedicado a la gestión de imágenes
y contenidos en Internet, con el eslogan “Piénsalo antes” ("Think B4 U
post!"), y ha abordado el tema de la prevención difusión de imágenes y
contenidos inapropiados en Internet por
parte de los menores[17]. En
el marco de las iniciativas desarrolladas el pasado día 9 de febrero en la
convocatoria del Día Internacional de Internet Segura, el comisario jefe de la
Brigada de Investigación y Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional,
Manuel Vázquez, con motivo del Día de la Internet Segura indicó, en referencia a un estudio elaborado
por el Instituto Nacional de Educación al Consumidor y al Usuario (Indecu), que
el 56 por ciento de los menores había sido contactado alguna vez por un
extraño y el 73 por ciento de éstos habían respondido "aunque sólo
fuera por curiosidad".
Según datos del Eurobarómetro (2009)[18] el
42% de los niños europeos de seis años está en alguna red social, pese a tener
prohibida la entrada a menores de 14 años. Los expertos alertan de los
importantes riesgos que se esconden tras estos populares Webs cuyo uso ha
crecido un 35% en Europa en el último año. Según Christine Kormann, Directora
del área de sociedad de la información de la Comisión Europea,
el mayor problema evidenciado es el ciberacoso o acoso entre iguales en la red (se
cuelgan fotos comprometidas o trucadas, se crean rumoressobre alguien, se lanzan amenazaseinsultos…) Después, el riesgo más
significativo es el grooming o acoso sexual por parte de los
adultos, y, por último, la existencia de contenidos inapropiadosde sexo o violencia. Esta experta
alerta asimismo sobre las conductas crecientes de colgar información sensible, como
fotos, teléfono o información sobre la
situación económica de sus familias por parte de los menores de edad.
Hasta un
26,6% de los adolescentes españoles practica o sufre cyberbullying,
según un Estudio publicado en septiembre de 2009 por el Instituto Nacional de la Juventud (Injuve), perteneciente al
Ministerio de Igualdad. Esta nueva variedad, al igual que el acoso tradicional,
puede provocar que los adolescentes vean desestabilizado su equilibrio mental.
La mensajería instantánea es el medio más popular para esta nueva forma de
maltrato al que está sometido un elevado porcentaje de chavales en edad
escolar. Según el informe, uno de cada diez adolescentes se implica, bien como
víctima o perseguidor, a través de esta vía. Un 4,6% lo hace por el chat
y otro 4,3% por mensajes de móvil. A menor medida, el cyberbullying
también ocurre vía correo electrónico (2,8%) y por teléfono (2,7%).
El Defensor del Pueblo ha
elaborado recientemente (2010) un estudio[19] de
gran interés al respecto de los contenido de las “pantallas” y, por supuesto,
de Internet: “la Programación y contenidos de la televisión e internet: la
opinión de los menores sobre la protección de sus derechos.”. “Tejen sus
amistades en el ciberespacio.Tanto que cuatro de cada 10 tienen amigos virtuales a los que no han
visto nunca. Dedican gran parte de su tiempo —el 42%, más de dos horas al día
en jornadas lectivas— a navegar por Internet y a ver la televisión. También
en el llamado horario protegido, y sin ninguna pega por parte de sus padres.
Son lo que algunos han llamado la generaciónbúnker: los menores
de entre 12 y 18 años, que han interiorizado tanto el uso de las nuevas tecnologías
que ya no podrían prescindir de ellas”[20].
Entre las conclusiones del estudio se cita algunas especialmente
significativas: El 64% de los adolescentes cuelga imágenes privadas
(tanto propias como ajenas) en Internet, sin ninguna protección. El 14% asegura
haber recibido proposiciones sexuales; y el 11%, insultos y amenazas a través
de la Red. Además,
reconocen que sus padres apenas controlan el uso que hacen de la Red. Seis de cada 10
menores navegan sin que ningún adulto se meta con el tiempo que permanecen
conectados ni con lo que hacen en Internet.
Parece evidente. En este contexto, no hay que indagar demasiado para saber,
además, que la edad de acceso a las redes sociales está descendiendo
notablemente. Tuenti, la red social online más popular en España entre los más
jóvenes, ha adoptado en 2009 una medida significativa tras la intervención y
solicitud expresa de la
Agencia Española de Protección de Datos. Si bien encontrar
mecanismos para verificar la edad de los menores y protegerles de los riesgos
que esconde la Web aún es complicado, los menores en Tuenti deben acreditar su
edad mediante el envío del DNI.
Un nuevo ejemplo. Madrid, finales de diciembre de 2009. Sobre la
utilización perversa de las webcam. La Policía
Nacional detuvo a tres hermanos por hostigar mediante grooming a varias menores de edad[21].
Los chicos amenazaban a las niñas para que
conectaran la webcam y les exigían
realizar determinadas acciones de índole sexual siguiendo sus indicaciones. En
el momento del registro del
domicilio de los arrestados, éstos estaban descargando archivos de pornografía
infantil. La operación se inició como consecuencia de la denuncia interpuesta
por la madre de una de las víctimas menores de edad. La mujer manifestaba que
su hija de 14 años estaba siendo víctima de amenazas y abuso sexual por parte
de uno o varios individuos que, tras contactar con ella a través de Internet y
ganarse su confianza, la convencieron para que enviase imágenes de ella desnuda
para realizar cibersexo. Una vez
obtenidas las fotografías comprometidas de la menor, comenzó a sufrir amenazas
para que continuase enviando más y se mostrase a través de la webcam.
Los arrestados habían facilitado también a las menores
enlaces a páginas Web con contenido pornográfico de adultos y niños. No siempre
son adolescentes o jóvenes los que están detrás (nunca mejor dicho) del asunto.
En este caso, al otro lado de la cámara.
El grooming o
child grooming es un sistema empleado
ordinariamente por pedófilos y pederastas para ganarse la confianza de menores
a través de Internet y obtener concesiones sexuales por parte de éstos. Se
trata de acoso sexual a través de la Red, que se inicia a partir de un
acercamiento logrado mediante engaños en los que el ciberacosador (generalmente haciéndose pasar por menor de edad)
obtiene material audiovisual comprometedor, pasando posteriormente al chantaje
para obtener imágenes con contenido sexual. En algunos casos llegan incluso a
producirse encuentros en el acosador y la víctima.
Podríamos seguir. Ejemplos no faltan. El atentado a
la dignidad de la persona es flagrante. Y, tal como se ha expresado con
anterioridad, la vulneración integral de la intimidad, el honor y la propia
imagen. De una vez. Manoseados, pisoteados, maltratados. Los efectos sobre la
persona afectada indeseables, en muchas ocasiones dramáticos. El tablón de anuncios virtual, globalizado
llevará su imagen, su alma, a rincones insospechados. Su alma, su corazón. Acceso
indiscriminado a lo que soy, a lo que me ha pasado, a lo que me han hecho, a lo
que han dicho o escrito de mí.
En ocasiones es nuestra propia acción la que genera
el problema. Nos alojamos sin más
como meros objetos. Fotos, datos
personales, privados, íntimos son accesibles a partir de ese momento para un
sin fin de usuarios de las tecnologías, de las redes de comunicación virtuales.
En otras ocasiones, la intrusión viene de fuera, vía fotografía robada, grabación y difusión de videos
más o menos comprometidos, fotos manipuladas, grooming…
Esto no es
una broma. Ha quedado claro. Sí, es verdad. Muchas de las conductas de esta
naturaleza que se observan a diario tienen su origen en la chanza, en la risa,
en la diversión de algunos, a costa, claro, del sufrimiento de otros. Pero no
se piensa en eso. Siempre se ha hecho, dicen, y no ha pasado nada… Esto curte,
energiza la personalidad de quien los sufre, dicen… Y en otras ocasiones, el
origen de la acción es, amén de premeditado y alevoso, ominoso, deleznable. En
gran mayoría de los casos existe causa delictiva. De mayor o menor peso y repercusión.
A veces, solo a veces, sin que los propios chicos o chicas sean conscientes de
ello. Ejemplos hemos podido leer en párrafos anteriores.
Sin embargo, la génesis, el porqué de la historia importa relativamente poco. Importa, y mucho,
lo que se hace, lo que se ve, lo que muchos ven y leen sin tener que hacerlo.
Importa, claro, el impacto a corto plazo. La sorpresa, la incredulidad, la
sensación de ridículo, el desconcierto, la duda sobre quién o quienes habrán
tenido acceso a lo que circula entre adolescentes, jóvenes y también adultos.
Algo que se ha hecho circular a propósito. Dependiendo del tipo de acción
desarrollada, la consecuencia puede ser especialmente dramática. Calumnias e
injurias, delitos contra la intimidad, contra la libertad sexual… La acción de
indeseables.
Y después vienen las consecuencias a medio y largo
plazo. Dependerán, lógicamente de una buena cantidad de variables: naturaleza y
propiedades de la intromisión, características
de los dispositivos tecnológicos utilizados, difusión practicada, grado de
estabilidad de las ciberagresiones,
edad y características de personalidad de la víctima, rapidez en la respuesta a
la agresión y apoyo a la víctima… Cómo queda grabada la experiencia en nuestras
vidas, en nuestra manera de ver e interpretar el mundo. La lectura de la
realidad trabada por una triste
experiencia. El desarrollo de la personalidad[22]
dañado. No son pocos los que han dejado de confiar en casi todo. Los que han
visto nublar sus expectativas ante y con los demás. Los que han aprendido a
dudar de las relaciones, del tú a tú. Y esto no es baladí.
Opera el todo
vale. La sinrazón de la desinformación. El acceso indiscriminado de
adolescentes y jóvenes a las tecnologías de la información, con escaso control
por parte del mundo adulto sobre su uso, ha traído consigo la gestación de
comportamientos cuanto menos indeseables definidos como ciberbullying o maltrato en la red y otros dispositivos
electrónicos. Los ataques directos son variados y polimorfos. Acoso por
mensajería instantánea o SMS, robo de contraseñas, informaciones en blogs o
Webs, grabación y difusión de videos, envío de fotografías, encuestas en Internet,
suplantación de personalidad, envío de programas dañinos… La vulneración de la
intimidad, el honor y la propia imagen del otro
muchas veces comprometidos.
En no pocas ocasiones, las aulas, pasillos, patios y
servicios han dejado de ser los escenarios representativos del acoso a
compañeros. La actividad se traslada a lo virtual, a la red. Los diferentes
dispositivos tecnológicos y la vertiginosa progresión en la creación y
adaptación de utilidades en los mismos hace el resto. En la base de esta
historia, claro está, el interés, más o menos larvado, por hacer daño.
Inherente también en los comportamientos presenciales que labran el maltrato en
los espacios físicos.
La respuesta. La
necesidad de reaccionar desde diferentes instancias: algunas iniciativas de
interés.
Hemos de encontrar espacios para abordar
estos problemas, tratarlos con mimo, detectar sus derivadas, reconocer
especialmente sus impactos. Huir de la mirada hacia ninguna parte, del
paralizador es lo que hay. Lo que hay
se puede mejorar. Y han de acometerse acciones desde distintos ámbitos,
estables, respuestas cercanas al aquí y ahora de la realidad palpable, a los
usos y formas de vida de nuestros chicos y chicas. Hemos de contar con ellos,
analizar conjuntamente qué pasa, por qué pasa, qué consecuencias tiene. Pero
hay un paso a afrontar, cuando menos, en paralelo a estas iniciativas. La
generación de adultos que tenemos relación y tarea educadora con niños,
adolescentes y jóvenes hemos de dar definitivamente un paso al frente. Situar
adecuadamente nuestras responsabilidades, las trabas que encontramos para
ejecutarlas correctamente, empezar a manejar claves que, pensábamos, no iba a
ser preciso tener en consideración y poner en marcha.Afrontamos el desarrollo de un mundo nuevo, especialmente
nuevo, marcado por la irrupción en la vida cotidiana de nuestras casas de un
escenario educativo (en ocasiones poco o nada educativo), de interacción y
comunicación social, de información, ocio y entretenimiento denominado espacio
virtual. Nuevos ritmos, nuevos códigos, nuevas formas de afrontar la relación
con los demás y también, no poco importante, con uno mismo. Nuevos procedimientos
en la vida ordinaria, ligados, muy ligados a espacios físicos reducidos, las
habitaciones de nuestros adolescentes y jóvenes, y marcado de modo específico
por la actividad en solitario. El acceso al mundo, a los mundos mejor dicho, a golpe
de clic. Y los adultos, muchos adultos, en flagrante fuera de juego. Esto se tiene que acabar. Han de establecerse
acciones coordinadas que permitan a los padres y educadores en general ejercer
mejor su labor educadora. Si a la televisión se la llamó en su día la niñera electrónica, el acceso poco
discriminado de nuestros chicos a las tecnologías de la información en general,
a través de los nuevos dispositivos, deberíamos considerarlo, en virtud de los amores que concita, la novia o ligue virtual… No hay quien
pueda con ella, o con él.
No hay que inventarse muchos pasos. Las acciones suelen estar claras. Sensibilización,
información, formación y coordinación de actuaciones de instituciones,
organizaciones, empresas y agencias. Conceptos al uso en cualquier iniciativa
que pretenda mejorar las cosas en la implementación de proyectos de naturaleza
social. Y, no podemos dejarlos de lado, un par de ellas más de pertinencia
singular: la mejora y adaptación jurídica a las nuevas realidades y, cómo no,
la acción policial y judicial, en su caso. Todas y cada una de estas
referencias han de constituirse como capas protectoras para un desarrollo
adecuado y saludable de la tecnología en manos de nuestros adolescentes y
jóvenes. Todas son necesarias. Todas son interdependientes. Hay que insistir
en explicar las cosas, con criterio y
sentido común. Huir del alarmismo debe ser también un referente, pero, en no
pocas ocasiones, la sensibilización requiere impacto, sorpresa, sensaciones
intensas. Debe informarse, de todo sí. Insistir en los ejemplos de buenas
prácticas. La mayoría, sin duda. Insistir en ellas, aportar sus referencias,
sus contextos de desarrollo. E informar de lo que no está saliendo bien, de las
nuevas fronteras de lo que puede llegar a ser nocivo, ilícito, hasta perverso.
Hablar del dolor de quienes sufren con los usos inadecuados que están siendo
objeto de las presentes reflexiones. Y formar, especialmente a los adultos, a
los padres y profesores. Y, siempre que se pueda, a padres, profesores y chicos
en el mismo proyecto. Acercarles a la
realidad, hacerles competentes, crear el marco de desarrollo que les permitirá
ser más libres, hacer más consecuentes sus decisiones, la gestión de sus
responsabilidades, educadoras las de unos, de persona en crecimiento las de los
más pequeños. Hemos aprendido que estos procesos están funcionando. Y
funcionan, claro, mucho más intensamente, cuanto menor edad tienen los niños y
la fractura digital con sus adultos de referencia no es considerable. Es
necesario encontrar la tracción que
nos permita mover procesos, generar ilusión por la mejora, inyectar ideas y, de
modo singular, evitar la momificación de la que en numerosos ámbitos somos un
ejemplo como sociedad organizada. Por eso es importante empezar cuanto antes.
Veamos algunos ejemplos, solo algunos.
Organizaciones como Protégeles[23], Pantallas Amigas[24] o la Fundación CTIC
(Centro Tecnológico de la información y la Comunicación)[25]
vienen desarrollando un buen número de acciones, de gran calidad todas ellas,
para avanzar en la creación de referentes estables de información y
sensibilización para jóvenes y adultos, alertar de los riesgos inherentes a
determinadas prácticas y desarrollar modelos cercanos y sensibles de formación
en distintos ámbitos didácticos. Líneas de denuncia, elaboración de materiales,
protocolos de intervención ante problemas específicos, iniciativas diversas
orientadas al uso seguro y responsable de las TIC por los menores de edad y, de
modo singular, a abordar el complejo fenómeno del cyberbullying desde el conocimiento, la sensatez y la acción
planificada. En esta materia, resulta especialmente interesante el trabajo
desarrollado por la
organización Protégeles al respecto del fenómeno en cuestión.
La información suministrada en la Web[26]
muestra con nitidez la realidad de las experiencias cotidianas detectadas, los
consejos más pertinentes, información sobre aspectos legales, el trabajo de
información y sensibilización en los centros educativos etc., incorporando
asimismo una línea de denuncia expresa para chicos y chicas que puedan verse
inmersos en situaciones de tal naturaleza y pretendan dar a conocer su
situación y solicitar orientaciones explícitas por medio de la red.
De gran interés
son asimismo los proyectos desarrollados por Pantallas Amigas en relación a la
idea de incorporar las TIC de manera saludable en la vida de nuestros chicos y
adolescentes. En concreto, amén de otros materiales, puede destacarse la
publicación “Ciberbullyng, Guía práctica para madres, padres y personal
docente”[27], editada por Pantallas
Amigas, Integral de Medios y Edex. Su autora, Parry Aftab, describe de manera
clara aspectos relevantes sobre los conceptos ligados al fenómeno, ejemplos
reales, ideas para la prevención, consejos para padres y profesores y, por
supuesto, reflexiones atener en cuenta por chicos y adolescentes. La Dra. Aftab dirige WiredSafety.org, una de las
organizaciones más potentes en materia de ayuda y seguridad en la red. Especialmente
significativa es la última iniciativa de Pantallas Amigas en la red: www.cuidatuimagenonline.comUn
recurso excelente de apoyo a la acción de padres, profesores y educadores en
materia de información, sensibilización y formación.
Merece la
pena destacar el trabajo desarrollado por numerosos investigadores sobre acoso entre iguales y ciberbullying cuya síntesis más explícita podemos encontrarla
albergada en la Web abajo citada (laecovi.es)[28]. Los
autores de este site vienen tiempo investigando sobre la violencia escolar y juvenil y ahondando en
la búsqueda de las vías más idóneas para la construcción de vínculos sociales e
interpersonales que se basen en el conocimiento y el reconocimiento del otro
como un semejante al que hay que aprender a respetar en su identidad y en sus
diferencias, y con el que es posible tejer redes de amistad y respeto. En este
espacio puede encontrarse información sobre el trabajo desarrollado por el
grupo de expertos, así como sobre los recursos que han ido creándose en el
tiempo dedicado a estos temas. También pueden encontrarse vínculos con otros
equipos y personas que se ocupan de temas complementarios a los que son de
referencia, subrayando especialmente la excelente recopilación de enlaces de
interés[29]
.
Por su
parte, las Administraciones vienen desarrollando actuaciones de peso para
facilitar información y formación suficiente a padres, educadores, chicos y
adolescentes sobre los riesgos del mal uso de las TIC y, en lo que atañe al
contenido del presente texto, a la prevención del ciberacoso y a su adecuado abordaje. Algunos ejemplos singulares
son las iniciativas desarrolladas por la Junta de Castilla y León, a través de
su página Web (www.educa.jcyl.es). El material
y las informaciones alojadas relativas aprevenir el cyberbullying son de una gran calidad, manejo y actualidad[30]. El
espacio Web alberga dos entornos, uno abierto con información y servicios para
la comunidad educativa y otro destinado exclusivamente a los centros escolares
de Castilla y León. Entre sus contenidos visibles figuran la información
general en forma de guías para padres, chicos y chicas y profesores, la
relativa a actuaciones ya realizadas, un glosario de términos, acciones
formativas dirigidas a sectores y colectivos de la comunidad educativa,
normativa, aspectos legales y agenda de eventos y campañas de divulgación. Incluye
asimismo una zona de descarga de ficheros de apoyo y documentación, material de
promoción y aplicaciones Web, actualidad y noticias destacadas y acceso a
publicaciones y enlaces de interés.
Iniciativa
de gran calidad es, sin duda, la puesta en marcha por la Fundación CTIC antes citada y, en especial, su
proyecto “Internet en Familia”[31], un
programa promovido por el Gobierno del Principado de Asturias, en el marco de
la Estrategia por el Desarrollo de la Sociedad de la Información (e-Asturias
2007), y desarrollado por la Fundación, que busca fomentar el uso seguro de
Internet por la infancia y la adolescencia implicando a toda la comunidad
educativa (familia y personal docente).
Coincidiendo con la
celebración del Día Europeo de la Protección de Datos, la Agencia Vasca de
Protección de Datos, en colaboración con la Consejería de Educación, presentó
el pasado día 28 de enero de 2010 una Campaña específica para difundir la
importancia de mantener la privacidad de los datos en Internet entre el
alumnado de nueve a once años. La campaña consiste en cuatro animaciones de
vídeo, en formato flash, de duración breve y mensaje directo, que remite
a los cuentos tradicionales, protagonizadas por una niña y un niño. Las
películas vienen acompañadas del correspondiente material didáctico para el uso
del profesorado. Euskadi ha incluido en su currículo escolar este tipo de
contenidos.
Destacable
asimismo es el Proyecto Internet en Familia[32]
puesto en marcha por la Comunidad de Madrid, conjuntamente con Telefónica,
Microsoft, la Fundación
Cibervoluntarios y el Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid.
Presentado en febrero de 2010, el proyecto cuenta con los siguientes objetivos:
-Crear puntos de orientación e información sobre
seguridad en la Red que sean presenciales y cercanos al público objetivo (niños
y niñas, adolescentes, padres y adultos en general)
-Difundir y fomentar usos, contenidos, aplicaciones y
servicios tecnológicos que garanticen una navegación segura, dando voz a los
expertos y a los propios implicados, especialmente niños, niñas y adolescentes.
-Ofrecer información y contenidos sobre seguridad:
actualizados, sencillos, entendibles y útiles para toda la familia.
-Fomentar que los menores de edad saquen el máximo
provecho de las Tecnologías de la Información.
-Paliar la brecha digital entre menores y adultos.
En este
contexto de trabajo se incardina asimismo el Programa de Formación denominado Menores en Internet y Seguridad en la Red, destinado
a niños, jóvenes, padres y educadores responsables de las TIC en los centros
docentes, cuto objetivo es proporcionar la orientación y formación adecuadas en
materia de seguridad en Internet. Este proyecto abre la posibilidad de que
todos los centros educativos de la Comunidad de Madrid que así lo soliciten
puedan desarrollar el mencionado programa en el marco de su actividad cotidiana.
De notable interés es la referencia al trabajo desarrollado por los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Policía Nacional[33]
y Guardia Civil[34]
llevan tiempo desarrollando un trabajo difícil de ponderar en su justa medida.
Con trabajo profesionalidad, silencio, discreción y eficacia, sus Unidades Operativas
en esta materia desarrollan acciones en muy diferentes ámbitos, y no solo en el
terreno de la reacción ante posibles
comportamientos delictivos. Su trabajo en materia de información,
sensibilización y formación es de los más relevantes. Todo ello en el marco de
unas actuaciones claramente insertadas en las necesidades de la sociedad civil
de las que venimos dando cuenta. Entre sus acciones más relevantes destacan la
intervención en:
-Amenazas, injurias, calumnias. Por correo electrónico,
SMS, tablones de anuncios, foros,
newsgroups, Web...
-Pornografía infantil. Protección al menor en el uso de
las nuevas tecnologías.
-Fraudes en el uso de las comunicaciones. Piratería de
señales de televisión privada.
-Fraudes en Internet. Estafas. Uso fraudulento de
tarjetas de crédito. Fraudes en subastas. Comercio electrónico.
-Seguridad lógica. Virus. Ataques de denegación de
servicio. Sustracción de datos. Hacking. Descubrimiento y revelación de
secreto. Suplantación de personalidad. Sustracción de cuentas de correo
electrónico.
-Piratería de programas de ordenador, de música y de
productos cinematográficos.
-Representar y promover su participación en encuentros,
foros o seminarios nacionales e internacionales organizados sobre formación e
investigación tecnológica y cibercriminalidad
Resulta
imprescindible asimismo aportar algún ejemplo de los avances que van
registrándose en el ajuste y adaptación de la normativa a las nuevas realidades
que afectan al mal uso de las TIC y, en concreto, al tema que nos ocupa, la vulneración
de principios y derechos elementales ligados a la intimidad de las personas y,
especialmente, de los menores de edad. El propio Defensor del Menor daba cuenta el pasado mes de noviembre de 2009,
en su Comparecencia ante el Pleno de la
Asamblea de Madrid para presentar su Informe Anual de un avance
significativo en esta materia: “Es interesante destacar la aprobación durante
el pasado ejercicio del Reglamento de Desarrollo de la
Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre de
Protección de Datos de Carácter Personal con fecha 19 de enero de 2008. Hasta
la fecha, las normas protectoras de la intimidad de los menores no fijaban una
edad a partir de la cual un menor podía considerarse suficientemente maduro
para otorgar válidamente su consentimiento para disponer de su imagen, divulgar
información propia de su intimidad, o sus datos personales. El Reglamento
aprobado el pasado año aborda esta materia fijando en 14 años la edad para
consentir el tratamiento de datos, salvo en aquellos casos en los que la ley
exija para su prestación la asistencia de los titulares de la patria potestad o
tutela. El Reglamento establece además que en ningún caso podrán recabarse del
menor, datos que permitan obtener información sobre los demás miembros del
grupo familiar, o sobre las características del mismo, como los datos relativos
a la actividad profesional de los progenitores, información económica, datos
sociológicos o cualesquiera otros, sin el consentimiento de los titulares de
tales datos. No obstante, podrán recabarse los datos de identidad y dirección
del padre, madre o tutor con la única finalidad de obtener la autorización
prevista en el apartado anterior. También prevé cómo ha de prestarse la
obligada información cuando se trata de tratamiento de datos de menores de
edad, especificando que debe utilizarse un lenguaje que sea fácilmente
comprensible por aquéllos. Se obliga además al responsable del fichero o
tratamiento a garantizar que se ha comprobado de modo efectivo la edad del
menor y la autenticidad del consentimiento prestado en su caso, por los padres,
tutores o representantes legales.” Avances de esta naturaleza son
imprescindibles. Definen el ajuste, la adaptación a las nuevas fronteras, a los
nuevos ritos y fórmulas de interacción entre las personas, a los nuevos
mecanismos de transacción de información e intereses entre las personas.
El papel del Defensor del Menor en la
Comunidad de Madrid
El Defensor del Menor, asimismo, lleva tiempo desarrollando acciones de
diferente configuración, orientadas unas a la sensibilización, información o
formación de adolescentes, jóvenes y adultos, y destinadas otras a la compleja
tarea de aunar esfuerzos, coordinar proyectos, buscar consensos para la mejora
de las condiciones en que Instituciones y empresas del ámbito que estamos
abordando lleven a efecto sus proyectos e iniciativas. En este contexto, cabe
reseñar una actuación de calado y amplio espectro y recorrido cuyo propósito
básico permitió la toma en consideración y acuerdos esenciales con las grandes
empresas y operadoras del ramo desde el compromiso e interés común en aprovechar
las grandes ventajas que en general representan las TIC y articular marcos
comunes orientadas a su uso adecuado y saludable por los menores de edad. La
acción concreta quedó plasmada en un documento específico[35]
(Anexo 2).
Las
actuaciones surgidas a partir de la firma del referido acuerdo han sido muchas,
enmarcadas unas en el ámbito de la Comisión de Seguimiento del Protocolo
establecida específicamente y amparadas otras en las responsabilidades y
competencias exclusivas de la Institución según lo establecido en su Ley de
creación, Ley 5/1996, de 8 de
julio, del Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid. El trabajo de la
Comisión, a la que se han integrado los especialistas de los Cuerpos y Fuerzas
de la Seguridad del Estado ha permitido avanzar en diferentes iniciativas,
especialmente ligadas a la detección y reflexión conjunta sobre efectos nocivos
del uso de las TIC por los menores de edad.
El interés de la Institución y de
su Titular por abordar de manera decidida estos contenidos puede observarse en
la importante referencia explícita que el propio Defensor del Menor destaca en la citada Comparecencia ante el Pleno de la Asamblea de Madrid para presentar su Informe Anual:
“La defensa de la intimidad del menor va a seguir siendo un tema destacado durante el presente ejercicio. A
la fecha de presentación del presente Informe Anual, estamos organizando unas
Jornadas en colaboración con la
Asociación de la
Prensa de Madrid y el Consejo General de la Abogacía, dirigidas
principalmente a periodistas, con el objetivo principal de clarificar los
criterios generales que deben tener en cuenta los profesionales para conseguir
el equilibrio necesario entre la libertad de información y el derecho a la
intimidad de los menores de edad.
Señorías, durante el ejercicio 2008
un importante y creciente número de quejas y consultas recibidas y tramitadas
en la Institución
estuvieron relacionadas con diferentes aspectos del uso del teléfono móvil por parte de los menores de
edad, como son el excesivo coste del consumo; la falta de información en las
tarifas aplicadas; omisiones sobre las condiciones y derechos de los
consumidores en los contratos; ausencia de controles específicos; excesivo afán
de lucro de las empresas operadoras; las campañas de marketing vía SMS;
publicidad engañosa; la proliferación de timos; altas, bajas y elevada
tarificación de servicios Premium, etc. Tal y como se ha indicado desde la Institución en
ocasiones anteriores, todos los sectores implicados deben adoptar un compromiso
claro para que los consumidores y, entre ellos, la población más joven tengan
seguridad jurídica, información suficiente y control en la utilización de la telefonía. Tampoco
cabe olvidar que el aspecto beneficioso del uso del teléfono móvil, como es un
mayor control parental de los hijos, tiene sus dificultades y requiere de un
esfuerzo mayor de los progenitores en la vigilancia del uso que hacen sus hijos
de los teléfonos. La preocupación de este Comisionado por esta cuestión se ha
visto reflejada en el estudio “La telefonía móvil en la infancia y
adolescencia: usos, influencias y
responsabilidades”mediante el cuál
sepretende conocer más de cerca
cómo los menores españoles utilizan cotidianamente la telefonía móvil,
especialmente, el impacto que esta tecnología está teniendo en su desarrollo
individual, social y cultural. El objetivo es proporcionar una descripción y
una explicación de los patrones y prácticas existentes en el marco de la Comunidad de Madrid y de
si éstas revelan diferencias reconocibles de índole social o cultural.
El objetivo principal del estudio
se delimita, entre otras cuestiones, a
determinar los riesgos existentes por descargas incontroladas; el papel
variable del precio; implicación de los padres en la educación por un uso
responsable de la telefonía móvil de los hijos y a desarrollar recomendaciones
y estrategias educativas al respecto. Señorías, la protección de
los menores en relación con las tecnologías de la información y la comunicación
puede dividirse en dos ámbitos diferentes: por un lado los contenidos ilícitos,
en los que principalmente se pueden ver conculcados los derechos a la
integridad física y libertad e indemnidad sexuales de los menores y, por otro,
los contenidos nocivos, respecto de los que se pretende proteger al menor como
destinatario de los contenidos y de la información. A
estos dos ámbitos que han servido para clasificar las quejas producidas en esta
materia, debemos añadir otro ámbito conformado con las posibles vulneraciones
del derecho fundamental a la intimidad, el honor y propia imagen, toda vez que
se ha advertido la irrupción de casos que hacen referencia concreta a ello a
través, principalmente, de la utilización de las llamadas redes sociales.
Las redes sociales, que en un principio se
concibieron como un instrumento más de comunicación, han acabado por
convertirse en un fenómeno de masas. Es la moda y los adolescentes han
contribuido de forma considerable a este auge. Adolescentes, e incluso niños, no
conciben únicamente el crear su propio perfil en estos espacios como el medio o
fin para reforzar el sentido de pertenencia, sino para no considerarse
excluidos. El sentirse aceptado en la vida real pasa por sentirse aceptado en
el mundo virtual y la persona que más amigos tenga parece que es mejor aceptada
y valorada socialmente que aquella que tiene un número reducido de personas
agregadas. De los constantes intercambios que se dan entre aquellos que
constituyen las redes sociales se obtiene información de la otra persona que de
otra forma sería inimaginable. Quizás ese sea uno de los principales atractivos
de estas plataformas, pero también es un hecho que los menores comparten sus
experiencias y también sus datos de carácter personal. El problema radica en
que un alto porcentaje de adolescentes desconocen que es posible que esos datos
revelados no sean vistos sólo por aquellos que consideran de su confianza. El
desconocimiento de que terceras personas pueden usar esta información con fines
nocivos, convierte a los menores en personas vulnerables. Con el fin de evitar
esa desprotección se hace necesario que los menores reciban una educación que
se cimiente en la información y no en la prohibición. Y es
que el problema no reside en sí en el uso de estas redes, si no en el mal uso
que se pueda hacer de ellas. La
protección del menor requiere, en todo caso, de la implicación de los padres y
educadores, por lo que se hace necesario apelar a la adecuada supervisión que
deben ejercer las familias y los educadores. Asimismo, debe constituir un
compromiso de primer orden por parte de instituciones, administraciones,
industria y otros operadores jurídicos y sociales dotar a las familias de los
medios necesarios para ello.Esta preocupación que hemos venido
manifestando desde 2006, ha
supuesto que en 2008 iniciásemos los trabajos para la elaboración de una
ambiciosa campaña de televisión que ha culminado en este año 2009. Por primera
vez la Institución
del Defensor del Menor ha promovido un anuncio en televisión como parte de la
campaña titulada “En la Web, tu imagen
es de todos”[36],
con la colaboración de Obra Social Caja Madrid, Telefónica y la cadena de
televisión autonómica Telemadrid. La campaña pretende concienciar a los más
jóvenes de que colgar en Internet determinadas fotografías o vídeos puede
conducir a efectos no deseados ya que en la Red las imágenes son de todos y cualquiera puede
utilizarlas con el fin que desee. El objetivo, en definitiva, es fomentar la
responsabilidad de los adolescentes y jóvenes en el buen uso de Internet y de
las redes sociales. La campaña ha tenido una magnífica acogida y ha sido cedida
a los Defensores del Pueblo de Castilla-La Mancha, Andalucía, y Galicia donde
se emite a diario a través de las respectivas cadenas autonómicas. Además el
anuncio ya se emite en Canal Metro y los carteles están puestos en más de 200
estaciones del suburbano madrileño.”
La
iniciativa reseñada especialmente por el Defensor ha contado con un
generalizado acuerdo sobre pertinencia e idea para la sensibilización,
completando otra serie de acciones novedosas al respecto de la información y
conocimiento de adolescentes y adultos sobre el complejo campo representado por
las TIC y la necesidad de acotar bien sus riesgos e incertidumbres más
significativas. Merece destacarse la publicación “Por un uso responsable de las Nuevas Tecnologías”[37], alojada en la página Web de la Institución. Con
este texto, el Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid pretende plantear
una serie de recomendaciones, sugerencias e ideas que permitan abordar la
compra y posterior utilización de esta nueva dimensión de comunicación y ocio.
Desde la reflexión sobre aquello que se adquiere al necesario diálogo con sus
destinatarios, todo ello bajo criterios de consumo responsable y, sobre todo,
de sentido común. Reseñable asimismo, y más reciente, es la publicación “e-legales. Guía para le gente legal en
Internet”[38].
Este texto pretende romper determinadas creencias erróneas que llevan a
muchos adolescentes a vivir una falsa sensación de impunidad respecto a lo que
hacen en la Red, que, en absoluto, se corresponde con la realidad. Los
ordenadores siempre dejan rastros que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado detectan y siguen con facilidad. Se trata de una Guía sencilla y muy
útil, que ha sido distribuida en la Comunidad Educativa
de la región y destinada fundamentalmente a chicos y chicas entre 14 y 18 años
de edad, un colectivo que, por su asiduidad en el empleo de Internet como
herramienta básica de comunicación e interacción con iguales, puede estar
incurriendo en prácticas inadecuadas e incluso delictivas de manera
inconsciente. También es un documento útil para que padres y educadores
conozcan el catálogo de acciones
tasado jurídicamente de manera sensible en lo penal, de manera que puedan
afrontar con información y conocimiento suficiente la labor de reflexión
conjunta con sus hijos al respecto de lo que debe considerarse una práctica
correcta y segura de las TIC.
Detallar
por último una iniciativa conjunta de la Institución del Defensor del Menor con
la
organización Protégeles y las Fundaciones SM y Santillana.
Presentada ante los medios de comunicación y la sociedad madrileña en diciembre
de 2009, la Campaña “1+1=0”[39]tiene como
objetivo sensibilizar sobre la necesidad de gestionar con nuestros hijos el
necesario equilibrio del uso de las TIC con el de otras actividades de especial
relevancia en su crecimiento y desarrollo como personas. La Campaña incluye un
spot publicitario que puede descargarse de la Web reseñada, que ha sido emitido
por la Televisión
Pública madrileña durante los meses de noviembre y diciembre
de 2009 y la organización de un Concurso de Redacción de ámbito estatal, “Mentes Creativas”, cuyo objetivo
básico es el refomentar la lectura, la capacidad expresiva y la creatividad. Si
bien se trata de una iniciativa global en los contenidos referentes al uso del
las TIC por nuestros menores de edad y no ligada con exclusividad al tema
concreto objeto de estas reflexiones, es necesario visibilizar sus propósitos,
ligados de manera singular a fomentar de manera creativa la información y la
sensibilización conjunta entre jóvenes y adultos.
Algunas
ideas a modo de conclusiones
Ya se ha dicho
suficientemente. No podemos mirar hacia otro lado, esconder nuestras cabezas
bajo el asfalto u ocultarnos tras argumentos tales como “es lo que hay, no hay quien lo pare…”. Es imprescindible actuar,
de manera coordinada, sumando esfuerzos e ilusiones por hacer una sociedad
mejor. El contenido a abordar no es sencillo, ni mucho menos. Ha alcanzado
tales niveles de desarrollo que la simple observación sobre su necesidad de
control y más adecuada gestión se hace ridícula. Las soluciones pasan por
actuar en los distintos frentes que el fenómeno manifiesta: (1) La mejora y
adaptación de nuestro ordenamiento jurídico en la materia que es de referencia;
los pasos dados hasta el momento por la Agencia de Protección de Datos, a modo
de ejemplo, son una referencia de respuesta ágil y segura. (2) La intervención
explícita de las Instituciones y Administraciones a través del diseño e
implementación de proyectos y programas de información, formación y
sensibilización a la población infantil y adolescentes y a padres y educadores
sobre el uso sano y seguro de las TIC y la prevención y corrección de los
fenómenos de acoso y maltrato a través de los medios tecnológicos. Ejemplos
como los anteriormente citados, solo algunos de los iniciados y puestos en
marcha en la actualidad son un referente de por dónde orientar las actuaciones,
cómo hacerlas eficaces y, especialmente, estables. De singular relevancia ha de
considerarse el desarrollo de estas iniciativas en escenarios educativos, con
la participación conjunta de padres, profesorado y alumnos y, especialmente,
iniciando su implementación desde las primeras edades; es en este ámbito donde
las posibilidades de abordaje preventivo adquieren mayor valor. (3) El apoyo de
las Administraciones a la acción social de numerosas organizaciones y agencias
que trabajan de manera denodada y profesional en esta materia. Algunos ejemplos
de la calidad de sus propuestas han sido significados en páginas anteriores. (4)
La acción correctora y de reproche, policial y judicial[40],
cuando es necesario llevarla a efecto, pero especialmente educativa[41] por
parte del contexto escolar; es imprescindible actuar, reaccionar, llamar la
atención sobre la repercusión e impacto de las acciones, arrinconar
definitivamente la tesis de la impunidad por lo hecho, por la comisión de actos
indeseables y delictivos. Y realizar acciones preventivas que permitan
visibilizar el amplio espectro de circunstancias relacionadas que conllevan
este tipo de situaciones en el contexto de comunicación e interacción entre
nuestros adolescentes. (5) Y una última consideración de naturaleza
transversal: es imprescindible el desarrollo de políticas que faciliten la
compleja tarea de ser padre o madre hoy en día. Nos desayunamos frecuentemente
con noticias que afectan de manera singular al comportamiento (negativo) de
nuestros adolescentes y jóvenes. Cosas que ocurren, sin duda, circunstancias
que pasan, hechos que se desarrollan en los diferentes rincones de nuestro
país. No podemos negar los hechos, las evidencias y manifestaciones. Y parece
razonable que se informe de ello. Pero es imprescindible apelar también a la
reflexión sobre varias derivadas de este fenómeno. Por ejemplo, (a) sobre la representatividad de lo que se cuenta:
¿dan estas noticias una idea real y proporcionada de la vida de nuestros chicos
y chicas, de su comportamiento cotidiano, relaciones, hábitos y
costumbres?; (b) sobre las consecuencias e impacto que lo noticiado
causa en la visión y lectura social que se construye al respecto: los riesgos
evidentes de la generalización y estigmatización; (c) sobre los posibles
efectos de imitación que las noticias
(y cómo se dan las mismas) de determinados acontecimientos puede producir; en
2007 la Organización de Naciones Unidas alertó expresamente sobre la necesidad
de revisar los procedimientos por los que los medios de comunicación difunden
las noticias sobre adolescentes y jóvenes en conflicto con la justicia. Y expone en
su Observación General nº 10 de 2007, “Los
derechos del niño en la Justicia de Menores”, capítulo VI (Concienciación y Formación)[42]:
“Los
medios de comunicación suelen transmitir una imagen negativa de los niños quedelinquen, lo cual contribuye a que se
forme un estereotipo discriminatorio y negativo de ellos, ya menudo de los niños en general. Esta
representación negativa o criminalización de losmenores delincuentes suele basarse en una
distorsión y/o deficiente comprensión de las causas dela delincuencia juvenil, con las
consiguientes peticiones periódicas de medidas más estrictas(por ejemplo, tolerancia cero, cadena
perpetua al tercer delito de tipo violento, sentenciasobligatorias, juicios en tribunales para
adultos y otras medidas esencialmente punitivas).” Y (d) sobre la responsabilidad de los adultos en estos fenómenos: la influencia
del modelo del comportamiento adulto.En fin, todo un mundo por conquistar.
Anexo 1. Algunas referencias jurídicas
imprescindibles
CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA
El
artículo 10 de nuestra Carta Magna
coloca entre las bases del orden político la dignidad de la persona, los
derechos inviolables que le son inherentes y el libre desarrollo de la personalidad. Y
en su artículo 18 ampara de manera explícita las garantías que han de
cumplirse en lo relativo al derecho al honor, a la intimidad y a la propia
imagen, citando explícitamente la inviolabilidad del domicilio, el secreto de
las comunicaciones y las limitaciones del uso de la informática para
garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el
pleno ejercicio de sus derechos.
Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo
sobre protección civil al derecho al honor, a la intimidad y a la propia
imagen
De especial interés, los artículos 2,
3 y 7:
Artículo 2
1. La
protección civil de la intimidad quedará delimitada por los usos sociales,
atendiendo al ámbito que, por sus propios actos, mantenga cada persona
reservado para sí misma o su familia”.
2. No se apreciará la existencia de
intromisión ilegítima en el ámbito protegido cuando estuviere expresamente
autorizada por Ley o cuando el
titular del derecho hubiere otorgado al efecto su consentimientoexpreso.
Artículo 3
1. El
consentimiento de los menores e incapaces deberá prestarse por ellos mismos si sus condiciones de
madurez lo permiten, de acuerdo con la legislación civil”.
2. En los
restantes casos el consentimiento habrá de otorgarse mediante escrito por su representante legal, quien estará
obligado a poner en conocimiento
previo del Ministerio Fiscal el consentimiento proyectado. Si en le plazo
de ocho días el Ministerio Fiscal se opusiere, resolverá el juez.
Artículo 7
Define
intromisión ilegítima en el
derecho a la intimidad enumerando, entre otros aspectos, la divulgación de
hechos relativos a la vida privada de una persona o familia que afecten a su
reputación y buen nombre... la captación, reproducción o publicación por
fotografía, filme o cualquier otro procedimiento, de la imagen de una persona
en lugares o momentos de su vida privada o fuera de ellos, salvo los casos
previstos en el artículo 8.2...
Ley Orgánica 1/1996 de Protección
Jurídica del Menor
Define
en su Artículo
4. “Derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen” desarrollando el
ya citado artículo 18 de la Constitución, en los siguientes términos:
1. Los menores tienen derecho al honor, a
la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. Este derecho comprende
también la inviolabilidad del domicilio familiar y de la correspondencia, así
como del secreto de las comunicaciones.
2. La difusión de información o la
utilización de imágenes o nombre de los menores en los medios de comunicación
que puedan implicar una intromisión ilegítima en su intimidad, honra o
reputación, o que sea contraria a sus intereses, determinará la intervención
del Ministerio Fiscal, que instará de inmediato las medidas cautelares y de
protección previstas en la Ley y solicitará las indemnizaciones que
correspondan por los perjuicios causados.
3. Se considera intromisión ilegítima en
el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen
del menor, cualquier utilización de su imagen o su nombre en los medios de
comunicación que pueda implicar menoscabo de su honra o reputación, o que sea
contraria a sus intereses incluso si consta el consentimiento del menor o de
sus representantes legales.
4. Sin perjuicio de las acciones de las
que sean titulares los representantes legales del menor, corresponde en todo
caso al Ministerio Fiscal su ejercicio, que podrá actuar de oficio o a
instancia del propio menor o de cualquier persona interesada, física,
jurídica o entidad pública.
5. Los padres o tutores y los poderes
públicos respetarán estos derechos y los protegerán frente a posibles ataques
de terceros.
Ley
6/1995, de 28 de Marzo, de Garantías de los Derechos de la Infancia y Adolescencia
de la Comunidad
de Madrid
Artículo 35. Se prohíbe la
difusión de información e imagen de los menores en los medios de comunicación, que pueda
ser contraria a su interés o
implique intromisión ilegítima en
su intimidad.
Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre de 1999,
de Protección de Datos de Carácter Personal Tiene por objeto
garantizar y proteger, en lo que concierne al tratamiento de los datos
personales, las libertades públicas y los derechos fundamentales de las
personas físicas, y especialmente de su honor e intimidad personal y
familiar.
REAL DECRETO 1720/2007, de 21 de diciembre, por el que se aprueba el
Reglamento de desarrollo de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de
protección de datos de carácter personal.
Aborda en su artículo 13 el consentimiento para el tratamiento de datos de menores de edad:
1. Podrá procederse al
tratamiento de los datos de los mayores de catorce años con su
consentimiento, salvo en aquellos casos en los que la Ley exija para su
prestación la asistencia de los titulares de la patria potestad o tutela. En
el caso de los menores de catorce años se requerirá el consentimiento de los
padres o tutores.
2. En ningún caso podrán
recabarse del menor, datos que permitan obtener información sobre los demás
miembros del grupo familiar, o sobre las características del mismo, como los
datos relativos a la actividad profesional de los progenitores, información
económica, datos sociológicos o cualesquiera otros, sin el consentimiento de
los titulares de tales datos. No obstante, podrán recabarse los datos de
identidad y dirección del padre, madre o tutor con la única finalidad de
recabar la autorización prevista en el apartado anterior.
3. Cuando el tratamiento
se refiera a datos de menores de edad, la información dirigida a los mismos
deberá expresarse en un lenguaje que sea fácilmente comprensible por
aquéllos, con expresa indicación de lo dispuesto en este artículo.
4. Corresponderá al
responsable del fichero o tratamiento articular los procedimientos que
garanticen que se ha comprobado de modo efectivo la edad del menor y la
autenticidad del consentimiento prestado en su caso, por los padres, tutores
o representantes legales.
LEY
34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y de
comercio electrónico.
Establece
en su artículo 8 las restricciones a la prestación de servicios.
1. En caso
de que un determinado servicio de la sociedad de la información atente o
pueda atentar contra los principios que se expresan a continuación, los
órganos competentes para su protección, en ejercicio de las funciones que
tengan legalmente atribuidas, podrán adoptar las medidas necesarias para que
se interrumpa su prestación o para retirar los datos que los vulneran. Los
principios a que alude este apartado son los siguientes:
a) La
salvaguarda del orden público, la investigación penal, la seguridad pública y
la defensa nacional.
b) La
protección de la salud pública o de las personas físicas que tengan la
condición de consumidores o usuarios, incluso cuando actúen como inversores.
c) El
respeto a la dignidad de la persona y al principio de no discriminación por
motivos de raza, sexo, religión, opinión, nacionalidad, discapacidad o
cualquier otra circunstancia personal o social, y
d) La protección de la juventud y de la infancia.
De especial relevancia son en este ámbito normativo las
Instrucciones de la
Fiscalía General del Estado:
1. Instrucción 2/2006 sobre
el fiscal y la protección del derecho al honor, intimidad y propia imagen de
los menores: a destacar lo establecido en el punto 13. Internet y los
derechos al honor, intimidad y propia imagen del menor.
2.Instrucción 1/2007 sobre actuaciones jurisdiccionales e intimidad
de menores.
Y,
por supuesto, las referencias del Código Penal
-
Amenazas y coacciones (Arts. 169-172)
-
Calumnias e injurias (Arts. 205-216)
-
Delitos contra la intimidad (Arts. 197-201)
-
Delitos contra la libertad e indemnidad sexual (Arts. 184-190)
Anexo 2
PROTOCOLO
PARA EL USO ADECUADO Y SEGURO DE LAS TIC POR NIÑOS Y ADOLESCENTES
Madrid, a 28 de febrero de 2007
El Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid,
el Presidente de Apple Computer España S.A., el Presidente de France Telecom
España, el Presidente de Hewlett Packard Española S.L., la Presidenta de IBM, la Consejera Delegada
de Microsoft España, el Presidente de ONO, el Consejero Delegado de Siemens
S.A. , el Presidente de Telefónica, el Consejero Delegado de T-Systems ITC
Iberia y el Consejero Delegado de Vodafone desde el compromiso e interés
común en aprovechar las grandes ventajas que en general pueden representar
las TIC y articular marcos comunes que ayuden a su uso adecuado y saludable
por los menores de edad,
MANIFIESTAN
El desarrollo de las tecnologías de la
información ha supuesto un incuestionable contexto que permite sin
solución de continuidad la mejora de los procesos de comunicación en
sentido amplio entre las personas, pueblos y sociedades.
En el proceso de conocer, dominar y manejar
adecuadamente las Tecnologías de la Información y
Comunicación (en adelante TIC) están apareciendo nuevos comportamientos
y hábitos en los niños,
adolescentes y jóvenes que requieren de los padres, tutores y educadores
-, desconocedores algunos de ellos de los procesos más simples de acceso
y utilización de este tipo de herramientas, dispositivos o
utensilios-. una formación en el
uso de las TIC que les ayude a reflexionar sobre su uso y adecuación a
las tareas de ocio y educativas, así como para promover su uso seguro y
responsable.
Aunque la educación y la comunicación pueden
contribuir mucho a proteger a los menores, el Defensor del Menor en la Comunidad de
Madrid, como Alto Comisionado de la Asamblea de Madrid en defensa de los
derechos de los menores de edad, y los representantes de las Compañías
citadas, entienden imprescindible profundizar en el diseño y desarrollo
de protocolos, procedimientos y herramientas de seguridad y control que
faciliten a padres, tutores y educadores la tarea de tutelar el uso de
las TIC’s .
Y señalan la necesidad de impulsar el fomento de hábitos y usos
saludables de las citadas TIC por parte de los menores de edad,
favoreciendo el desarrollo de cuantas medidas e iniciativas permitan
seguir reduciendo los riesgos del mal uso del que pueden ser objeto. Y,
resueltos a colaborar conjuntamente en tan importantes propósitos,
ACUERDAN
Promover la protección de la infancia y la adolescencia, así como
sus derechos reconocidos especialmente en el ordenamiento jurídico al
respecto de las Tecnologías de la Información y Comunicación.
Favorecer el uso adecuado de las TIC por los menores de edad,
en colaboración con padres y
educadores.
Dejar constancia de la necesidad de que los adultos responsables
de la educación de los niños analicen de manera regular la evolución de
los contenidos y de los mecanismos de acceso a los mismos que utilicen
los menores a su cargo.
Dar a conocer la existencia de herramientas de control y
prevención (filtros) que permiten a padres, tutores y educadores
personalizar configuraciones de seguridad para cada niño a fin de
protegerlos de la pornografía infantil, abusos de menores, violencia
hacia los mismos o actos de xenofobia y racismo mientras navegan por Internet
sin supervisión.
Reforzar las iniciativas y medidas de apoyo que coadyuven a la
educación tecnológica saludable de los menores, fomentando el desarrollo
de actividades conjuntas de formación e información entre padres e
hijos.
Dar su apoyo a las campañas de divulgación y sensibilización sobre
el uso adecuado de las TIC en los sectores implicados en la educación de
los menores.
Apoyar la denuncia expresa ante los Órganos Judiciales y las
Fuerzas y Cuerpos de la
Seguridad del Estado de las situaciones que pudieran
vulnerar el ordenamiento jurídico, así como facilitar y atender
adecuadamente la protección sociocultural de la infancia y de la
adolescencia.
En prueba de conformidad con lo
expresado, firman el presente documento, en la Asamblea de Madrid, en
la fecha arriba indicada
Anexo 3
Protocolo de intervención en centros educativos[43]
Los pasos
imprescindibles: las fases del proceso
Consecuentemente con las competencias establecidas
en el artículo 132 de la
Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, el
Director del Centro o, en su caso, cualquier otro miembro del Equipo
Directivo por delegación expresa de aquél, dirigirá todas las actuaciones que
se deriven de la apertura y desarrollo del presente Protocolo
La presente propuesta[44] define un escenario
hipotético en que los implicados
(víctima y agresor) son alumnos del propio centro. Otras situaciones como las
contempladas en el punto 5 de la presente Guía (apartados 2, 3, 4 y 5) deberán
contemplar acciones de adaptación y ajuste derivadas de la casuística concreta
a abordar.
Fase
1. La detección y la obtención de información preliminar
Cualquier
miembro de la comunidad educativa que tenga indicios razonables de que
puede estar produciéndose un caso de ciberacoso
entre iguales pondrá esta circunstancia en conocimiento de algún profesor,
preferentemente el Tutor, Orientador o miembro del Equipo Directivo. Es
imprescindible cuidar la confidencialidad y discreción en los procesos de
comunicación.
La
información recibida deberá ponerse
siempre en conocimiento del Equipo Directivo.
La
información recibida deberá ser analizada por el Equipo Directivo a la
mayor brevedad, con la colaboración del Tutor y del Orientador del Centro
y, en su caso, del Inspector del Centro:
3.1. Análisis de la
información recibida y de las pruebas[45] de la
situación que ha sido puesta en conocimiento.
3.2. Determinación
de alumnos implicados como presuntos agresores y víctimas. Valoración de
antecedentes y posibles experiencias relacionales en espacios comunes, aulas,
actividades complementarias y extraescolares.
3.3. En su caso, valorar
la posibilidad de entrevista con el alumno presuntamente objeto de maltrato y
valoración sobre desarrollo de plan de entrevistas (según necesidad y
pertinencia, compañeros, profesorado, personal del centro…) Todo ello en el
marco de la más absoluta discreción y confidencialidad y solicitándose, si así
se estima, entrevista con la familia del presunto alumno objeto de maltrato por
compañeros.
Fase
2. La valoración del caso: indagación y primeras respuestas
1. El Equipo Directivo planificará el proceso
de investigación y valoración de la situación analizada a la luz de los
datos recabados de la información preliminar, informando de ello al Tutor,
Orientador y, en su caso, PTSC, y Comisión de Convivencia. De la citada
valoración y según los indicios y pruebas con los que se cuenta dependerá la
adopción de medidas a planificar. La tasación de la situación es fundamental
para la derivación del proceso.
2. Ante evidencias de ciberacoso y sin perjuicio de seguir recopilando y analizando la
información pertinente, en esta segunda fase se contemplará con carácter
prioritario la intervención inmediata a los efectos de intentar evitar que la
situación conocida siga manteniéndose en el tiempo; todo ello previo a la toma
de decisiones que pueda plantearse al final del proceso. Detener, parar con
rotundidad y rapidez la situación detectada. De eso se trata.
3. La investigación contemplará
actuaciones a continuación detalladas:
3.1.Acciones de búsqueda de información
3.1.1. Los implicados (víctima y agresor):
solicitud de información y
obtención de referencias específicas de la situación detectada:
- La
entrevista con la víctima. La entrevista con la víctima deberá contemplar
la acogida de la misma, la valoración de los efectos y consecuencias producidos, la discreción y confidencialidad de
las actuaciones, la posible
identificación de los presuntos agresores y la imprescindible
garantía de discreción y toma en consideración de lo expuesto y del desarrollo de acciones que se estimen
pertinentes en función de la
valoración del caso.
- La
entrevista con el posible agresor. Deberá contemplar su valoración de los hechos acontecidos, su actitud ante las
consecuencias producidas y, de modo expreso,
ante subsiguientes procesos de reparación y reconciliación.
3.1.2. Las familias de los alumnos implicados
(víctima y agresor):
- Las entrevistas con la familia del alumno
víctima deberán incorporar cautelas
que garanticen la actitud decidida hacia la intervención correctora en el caso de que sea preciso,
el ajuste a reglamento y la discreción
del proceso de investigación, así como la solicitud de colaboración para eventuales actuaciones subsiguientes tales como,
en su caso, el contacto con la
familia del presunto agresor.
- Las
entrevistas con la familia del agresor deberá cuidar especialmente la aportación ordenada de los datos
recabados, la solicitud de
colaboración en el proceso de
valoración y toma de decisiones definidos
y el adecuado tratamiento de posibles
respuestas de confrontación ante la
situación planteada.
3.1.3. Entorno
próximo
-Compañeros que puedan ser conocedores de la
situación
Las entrevistas con los compañeros posibles conocedores de
la situación detectada deberán en todo caso recabar información y solicitar la
colaboración imprescindible para detener el conflicto y reducir los efectos
perniciosos producidos.
- Los profesores de
los alumnos afectados
Es imprescindible recabar la colaboración de los implicados
y de su entorno próximo. La acción ordenada, adecuadamente documentada,
secuenciada y planificada es una garantía para contar con la colaboración de
los otros importantes en el proceso detectado.
3.2. Informe. La
información recabada deberá detallar lo más explícitamente posible los
siguientes apartados:
(1) la naturaleza, intensidad y gravedad de
la situación conocida
(2) alumnos implicados
(3) duración de la situación
(4) efectos producidos
(5) características de los
dispositivos utilizados
·Resulta imprescindible ordenar adecuadamente las
actuaciones y garantizar la información a los implicados sobre el proceso
desarrollado y la discreción en el tratamiento de los datos e información
recabada.
3.3. Conclusiones. Puede estimarse
aportar información precisa del proceso a la Comisión de Convivencia del Centro
y, en su caso, Servicio de Inspección Educativa.
3.4. Solicitud de asesoramiento. La
complejidad de este tipo de situaciones puede derivar en la necesidad de
consulta y asesoramiento a Servicios externos al centro, según las
circunstancias, necesidad y pertinencia. Entre otros, Agencia de Protección de
Datos de la Comunidad de Madrid, Agencia Española de protección de Datos,
Defensor del Menor, Agentes Tutores de Policía Local, Servicios Sociales o
Unidades de Investigación Tecnológica o Delitos Telemáticos de las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad del Estado (Policía Nacional y Guardia Civil)
4. El maltrato
entre iguales es concebido ordinariamente como una situación en la que un
alumno se convierte en víctima al estar expuesto, de forma continua repetida y reiterada, a acciones agresivas,
insultantes o vejatorias (verbales, físicas o psicológicas y emocionales) que
lleva a cabo otro alumno o grupo de alumnos.Si añadimos la derivada del canal
tecnológico a este tipo de comportamientos podremos encontrar similitudes y
puentes entre las situaciones.
5. Para la valoración y tasación de una
posible situación de ciberacoso[46], deberán tenerse
en cuenta los siguientes aspectos:
Características
y naturaleza de las acciones analizadas y de los dispositivos
tecnológicos utilizados en la comisión de los hechos
Naturaleza
y difusión de las acciones
Facilidad/Dificultad
para detener el ciberacoso
Tiempo
de exposición de la víctima al ciberacoso
Edad
y características psicológicas de ésta y de los presuntos agresores
Repercusión
e impacto en la víctima
6. En el supuesto de confirmación de ciberacoso entre iguales, podrán
adoptarse medidas de naturaleza cautelar (art. 11, Ley 2/2010), informándose de
las mismas al Tutor, Comisión de Convivencia del Centro, Orientador y, en su
caso, PTSC y la
Inspección Educativa, solicitándose de unos y otros la
reflexión sobre las condiciones y criterios básicos del plan de intervención a
desarrollar. Tal como establece el artículo citado, la adopción de medidas
cautelares será comunicada a los padres o representantes legales de los
alumnos.
6.1. Adopción
de medidas urgentes: el Equipo Directivo, con el conocimiento y
asesoramiento del Tutor, Orientador del Centro y, en su caso, PTSC y del
Servicio de Inspección Educativa, adoptará medidas de atención y apoyo al
alumno objeto de maltrato: toma de decisiones, entre otros, sobre procesos de
ayuda y mejora de las condiciones personales y de interacción y habilidades
sociales, así como del rendimiento escolar, en su caso.
6.2. Valoración
sobre posibilidad de poner en conocimiento de Ministerio Fiscal o Fuerzas y
Cuerpos de la Seguridad de Estado o locales.
Ministerio Fiscal
C/ Hermanos García Noblejas, 37. 2ª
planta. 28037 Madrid Tfno.: 914931057 / 914931186
C/ Plomo, 14. Madrid. Tfno. 915889522
y 91 5889555
6.3. Paso
a Fase 3
7. Cuando,
tras la valoración de la situación detectada (naturaleza, características,
intensidad y gravedad y efectos), no se derive una evaluación de ciberacoso[48], se
tomará en consideración el desarrollo proporcionado de actuaciones que puedan
incluir, en su caso, las respuestas de apoyo al alumno considerado
víctima, rectificación y reparación de
las acciones inadecuadas detectadas, la comunicación a las familias y a la
Comisión de Convivencia de la valoración efectuada y, de manera singular, el
desarrollo de actividades didácticas de sensibilización, información y
formación del alumnado (Posible paso a fase 5)
Todas las actuaciones de investigación realizadas,
dirigidas y orientadas por el Equipo Directivo del Centro, se detallarán en un
Informe específico custodiado por el Jefe de Estudios.
Fase
3. El Plan de actuación
En el supuesto de confirmación de ciberacoso
1. Actuaciones con los alumnos afectados:
1.1. Con la
víctima: desarrollo de acciones de apoyo y protección, programas específicos de
apoyo personal y social; derivación, en su caso, a servicios externos.
1.2. Con el
agresor: desarrollo de programas de ayuda personal y social, pertinencia de
aplicación del RRI y posible derivación a servicios externos.
1.3. Con los
compañeros: información básica; desarrollo de programas de favorecimiento de la
convivencia pacífica y sensibilización.
1.4. Actuaciones
para la facilitación, en su caso, de procesos de mediación entre víctima y
agresor. Generar condiciones para la (1) reparación, (2) reconciliación, (3)
resolución y (4) nueva configuración relacional (a través de formatos de ayuda
o mediación con participación de iguales, Comisión de Convivencia, Jefatura de
Estudios, Tutoría, Orientador…)
2. Actuaciones con las familias:
2.1. Del alumno víctima: orientaciones
sobre indicadores relevantes de comportamiento
y pautas de atención y apoyo,
seguimiento del caso, orientaciones
sobre posibles apoyos externos al centro.
2.2. Del alumno agresor: orientaciones
sobre indicadores relevantes de comportamiento
y pautas de atención, apoyo y control de
conductas, seguimiento del
caso, orientaciones sobre posibles apoyos externos al centro.
3. Con el profesorado:
3.1.Información
3.2. Sensibilización
3.3.
Formación para la prevención, detección y actuación en situaciones de ciberacoso entre iguales y
favorecimiento del desarrollo de patrones de relación en convivencia pacífica.
Todas las actuaciones realizadas y dirigidas por el Equipo Directivo en
el diseño y desarrollo del Plan se detallarán en el Informe específico citado
en la fase 2 de este Protocolo.
Fase
4. Evaluación y seguimiento del Plan
a.Del
caso concreto: resultados del plan en relación a la víctima y al agresor,
situación de la víctima y del agresor y
actuaciones desarrolladas no previstas en el plan
b.De
las actuaciones desarrolladas a nivel de aula y en todo el centro.
c.De
las actuaciones de sensibilización y formación del profesorado.
d. Del proceso de reflexión, análisis y
sensibilización con las familias y el resto de
la
Comunidad Educativa.
e.De
especial consideración se entiende el trabajo y actuaciones de la Comisión de
Convivencia del Centro
Todas las actuaciones
llevadas a efecto en el proceso de seguimiento del Plan se recogerán en el
Informe citado en fases 2 y 3. Se aportará copia del Informe a la Comisión de
Convivencia del Consejo Escolar del centro.
Fase
5. Información y sensibilización: la necesidad de prevenir
El
Equipo Directivo y la Comisión de Convivencia del Consejo
Escolar han de promover el diseño y desarrollo de actuaciones de información y
sensibilización en la comunidad educativa en su conjunto. Es una tarea
necesaria y, probablemente, imprescindible.
Porque es imprescindible informar y formar.
Afrontar los retos desde la prevención. Conductas insolidarias, de abuso y
dolor pueden servirnos de herramienta para la reflexión conjunta, para el
análisis sosegado de lo que ha pasado, de por qué ha pasado, de los efectos que
ha generado, de las soluciones planteadas, de las actuaciones desarrolladas. Es
imprescindible prevenir (ver puntos 5 y 6 de esta Guía), pero la acción de
sensibilización tras acontecimientos cercanos y hechos reales es singularmente
efectiva. Las actividades propuestas en
el punto 6 pueden servir como ejemplo de las acciones didácticas a desarrollar
con grupos alumnos, aulas, incluso ciclos educativos. El modelo de trabajo
propuesto ya ha sido citado: la adaptación del programa de alumnos ayudantes
para la prevención en materia de ciberacoso.
Modelo de trabajo para la acción preventiva: programa de alumnos ayudantes, ya citado,
en materia de ciberacoso
·La
acción tutorial: el espacio de trabajo para la gestión y desarrollo
de este proyecto debe ser el Plan de Acción Tutorial, si bien encajado en un
proyecto global de centro e incorporado al Plan de Convivencia.
·Sensibilización
en grupos de ESO: cualquiera de las actividades didácticas
propuestas en el punto 6 pueden servir para abordar en el grupo-clase la
temática propuesta y definir un marco general de profundización.
·Selección
de alumnos: parece adecuado partir de la voluntariedad
de los alumnos para formar parte del proyecto de alumnos ayudantes. En el
supuesto de que el número de alumnos dispuestos a la colaboración sea
superior a cinco en cada aula, se podrán seleccionar por elección del propio
grupo o designación del tutor y profesores.
·Las
ocho Unidades Didácticas propuestas en el punto 6 pueden formar parte del
programa a desarrollar. De gran utilidad son, asimismo, las
referencias Web detalladas en la fase de información y sensibilización del protocolo
propuesto en el punto 7.
·La
importancia de trabajar con herramientas TIC (ver punto 6 de la Guía)
·Formar
grupos de alumnos ayudantes se abre en el contexto de
sensibilización generalizado que haya podido implementarse y supone un hito
de singular relevancia para la prevención, detección e intervención en
situaciones de ciberacoso.
·La idea es generar procesos de sensibilización, información
y formación de grupos de alumnos de menor edad en el propio centro a cargo de
los alumnos ayudantes previamente formados o, en su caso, diseñar un proyecto
de colaboración entre Colegios de Educación Infantil y Primaria e Institutos de Educación
Secundaria de una misma zona.
No debe
descartarse la posibilidad de favorecer la organización de módulos de trabajo con padres en los contenidos abordados y
expuestos en las referidas actividades didácticas para alumnos. Las
experiencias de información y formación para adultos, de padres y profesores
conjuntamente suelen dibujar excelentes resultados si están adecuadamente
diseñadas y planificadas. Insistimos en
que la Comisión de Convivencia tiene un papel de notable relevancia en este
ámbito.
Información
y sensibilización como corolario final a un proceso abordado y, no poco
importante, como espacio para la prevención y, en su caso, adecuada detección
y respuesta. La retroalimentación como escenario básico para la acción.
Lo relevante
es provocar reflexión, crear hábitos de pensar en las consecuencias de los
actos, generar conocimiento sobre las claves y dimensiones esenciales de un
entorno que, a diferencia de lo que se cree, es capturado por nuestros niños y
adolescentes, al menos inicialmente, en su vertiente más puramente vehicular.
Las TIC como vehículos, como herramientas, como senderos vertiginosos para
llegar, para alcanzar las cosas. Pero ¿quién garantiza que se accede a lo que
parece razonable acceder? ¿Quién garantiza la captura conceptual de aquello a
lo que se llega, que se toca, incluso se incorpora? ¿Quién garantiza la
adecuada interpretación y gestión de los contenidos a los que se accede?
La importancia de la
formación de adultos: padres y profesores
Desarrollar
actividades de información y sensibilización suele suponer también incorporar
adecuadas cuotas de formación, imprescindibles para el correcto proceso de
consolidación de buenas prácticas en el tratamiento del ciberacoso. La formación como espacio
para el desarrollo de ideas, conceptos, herramientas y procedimientos para la
acción segura y eficaz. La formación entendida, asimismo, como forma de crear
equipos cohesionados y rigurosos en la elaboración de marcos de acción
pertinentes y proporcionados. Entendida también como espacio para generar
colaboración entre colectivos en la comunidad educativa, crear criterios
compartidos, dar seguridad y estabilidad a las acciones.
Asimismo, resulta especialmente relevante
para abordar este tipo de actuaciones la información recogida en las siguientes
referencias:
·Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid.
Campaña “Antes de colgar tu imagen en la red, piénsalo:
[1] Especialmente singular es una tristemente
famosa Web en la que se envían fotos propias para ser votadas por
quienes acceden a aquella. Ciertamente preocupante conociendo algunas de las
consecuencias de estas prácticas.
[2] Santos Guerra, M.A.: “Carta abierta a un
empollón”. En Periódico Escuela. Nº 3.847 (1.699). 3 de diciembre de 2009
[4] No podemos dejar de citar el la película
“El Show de Truman” como referencia del Gran Hermano total, la creación
de la vida en un escenario en su sentido más explícito. La farsa absoluta para
solaz de la audiencia…
[5]Entendemos por cyberbullying
el acoso por parte de una persona a otra por medio de tecnologías interactivas.
[6] Luengo, J.A.: “La buena educación:
Dificultades y retos en la sociedad actual” En Revista Trabajo Social Hoy.
Monográfico. Primer trimestre 2007. Págs. 35-74. Editada por el Colegio Oficial de
Diplomados en Trabajo Social y AA. SS. de Madrid
[7]“Actitudes y
Opiniones de los Españoles ante la
Infancia y la
Adolescencia”. Mª Rosario Álvarez. Defensor del Menor, Madrid
2006
[10] Tal vez hay que preguntarse sobre la
disminución del tú a tú, el valor de la mirada, del contacto físico, de la
palabra escuchada y leída en los labios… los gestos que dicen, y mucho, sobre
lo que se expresa de modo explícito. El valor del abrazo cuando te encuentras,
y cuando te vas. Todo ello sin perjuicio, claro, de las posibilidades que se
abren al dar, efectivamente, mil abrazos digitales a quien no puedes ver o
tocar por razón de distancia. También están las opciones de las cámaras Web,
claro. Acercan la mirada, permiten la observación del otro. En fin, todo un
mundo para la reflexión.
[22] El artículo 10 de nuestra Carta Magna
coloca entre las bases del orden político la dignidad de la persona, los
derechos inviolables que le son inherentes y el libre desarrollo de la personalidad.
[40] De especial relevancia en la sentencia
emitida por un Juez de Las palmas de Gran Canaria que ha condenado al padre de
un menor de edad por los daños causados por su hijo al colgar en una red social
la foto de una chica en ropa interior acompañando la imagen de
descalificaciones insultantes y vejatorias: http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=190760
[43] Publicado en Luengo, J.A. (2011):
“Ciberbullying. Guía de recursos para centros educativos en casos de
ciberacoso”. Editado por Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid.
http://www.defensordelmenor.org/upload/documentacion/publicaciones/pdf/GUIA_Ciberbullying.pdf
[44] La presente propuesta es una adaptación
de la publicada para el abordaje de situaciones de acoso y maltrato entre
iguales en el entorno físico de los centros educativos: Luengo, J.A: (2009).
“Maltrato entre iguales y promoción de la convivencia en los centros
educativos”: análisis, perspectiva y actuaciones desde la Institución del
Defensor del Menor. En Lázaro, I. y Molinero E. (Coordinadores) “Adolescencia,
violencia escolar y bandas juveniles”. Tecnos, Págs. 141-161.
[45] Es imprescindible conservar las pruebas del
acoso durante todo el tiempo, sea cual fuere la forma en que se
manifieste. Serán imprescindibles en el proceso a desarrollar. Es importante
tratar de de conocer o asegurar la identidad de los posibles autores pero, en
todo caso, sin lesionar los derechos de ninguna persona.
[46] Es importante para el diagnóstico de un caso de ciberacoso (ya se ha expresado más
arriba) que la agresión sea repetida y no un hecho aislado. El envío aislado de
mensajes desagradables, aun siendo una conducta indeseable, no debería ser
considerado, sin más reflexión ni análisis, como un caso de ciberacoso.
[47]La
Unidad Central de Investigación se encarga de
dar respuesta a la problemática de carácter policial que afecte a los menores,
coordinando los agentes tutores de los Distritos. en colaboración con la
Fiscalía de Menores, los Servicios Sociales y otros servicios y grupos de
menores del resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
[48] Se hace referencia a situaciones en las
que, a pesar de haberse producido alguna acción ofensiva por parte de terceros,
la valoración del hecho en sí no permite hablar de ciberacoso. Esta situación
deberá, no obstante, contemplar acciones que permitan cerrar el círculo y el
restablecimiento de pautas de comportamiento adecuadas entre las partes.
José Antonio Luengo Latorre es Catedrático de Enseñanza Secundaria de la especialidad de Orientación Educativa. Es Decano-Presidente del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid y Vicepresidente primero del Consejo General de la Psicología de España. Licenciado en Psicología. Habilitado como Psicólogo Sanitario por la CM y experto en Psicología Educativa y en Psicología de la actividad física y del deporte (Acreditación del Consejo General de la Psicología de España).. Desde octubre de 2002, ocupó el cargo de Secretario General de la Oficina del Defensor Menor en la Comunidad de Madrid y desde julio de 2010 fue el Jefe del Gabinete Técnico del Defensor del Menor, hasta la supresión de la Institución, en junio de 2012. Ha sido profesor asociado de la Facultad de Educación de la UCM y de la UCJC. Es profesor invitado en la Facultad de Educación de la Universidad Camilo José Cela de Madrid. En la actualidad es psicólogo de la Unidad de Convivencia. Coordinador del Equipo de apoyo socioemocional, dependiente de la Subdirección General de Inspección Educativa de la Consejería de Educación de la CM.
Twitter: @jaluengolatorre